Xavier Trias ha suspendido las negociaciones que, desde hace semanas, mantenía con el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, para formar un gobierno en la ciudad de Barcelona. Así lo ha comunicado el portavoz del grupo municipal de Junts en el Ayuntamiento, Jordi Martí Galbís, en vistas de que Collboni pudiera haber priorizado un pacto de izquierdas después de que ERC confirmara que sus reuniones con el PSC se habían “intensificado” y de que Colau asegurara que el tripartito es “100% probable”.
“Hemos creído oportuno parar las conversaciones a la espera de la clarificación definitiva del señor Jaume Collboni”, ha dicho Martí, quien ha puesto la pelota en el tejado del alcalde, instándolo a decidir si quiere un socio de gobierno “responsable” o reiterar “la fórmula fracasada del tripartito”.
El de Junts también ha reconocido que en la última reunión entre Trias y Collboni, el alcalde trasladó algún “indicio” sobre las “dificultades” a la hora de seguir negociando para poder llegar a acuerdos. “El alcalde ha hecho llegar que hay una reorientación de las prioridades”, ha añadido.
Esta decisión de Junts constata un cambio en el panorama, que durante las últimas semanas parecía más favorable a un pacto entre Trias y Collboni que no a un acuerdo progresista, ya que no había constancia de que el socialista estuviera negociando con ERC y las conversaciones con Colau llevaban paradas tres meses.
Pero una comparecencia el pasado viernes de la líder de los republicanos en Barcelona, Elisenda Alamany, cambió las tornas. Aseguró que el partido había entrado en la rueda de reuniones y que Collboni estaba conversando con ellos “igual que con Junts y con Barcelona en Comú”, dando a entender que se acercaba un posible pacto de gobierno. Con todo, Ada Colau, que tenía una reunión con el alcalde que fue anulada en el último momento, volvió a tomar la palabra para reivindicar un “pacto progresista”, que aseguró que estaba al caer.
Por su parte, los socialistas no han querido valorar las negociaciones que se llevan dando desde que, hace 100 días, Collboni arrebatara la alcaldía in extremis a Trias gracias a los votos de los 'comuns' y el PP. Ese cambio de guión repentino dio como escenario un gobierno inestable, de sólo 10 concejales de los 41 que tiene el consistorio.
Desde el primer día se supo que Collboni debería pactar para conseguir sacar adelante un mandato que no podría resolver solo, tal como se demostró en su primer revés a la hora de no poder aprobar los presupuestos. La incógnita era si pactaría con Trias (con quien sumaría 21 concejales, siendo que el socio de gobierno tendría uno más que el partido del alcalde) y con quien ya ha mostrado sintonía política, o con Colau, con quien sumaría 19 concejales, y de cuya herencia el alcalde se ha esforzado por distanciarse. Pero este último escenario de pacto reclamaba sumar a ERC para conseguir una mayoría de 24 regidores.
Se trata de una opción que había sido reivindicada por Colau y por Collboni, pero no tanto por los republicanos. Pero, tras la salida de Ernest Maragall del consistorio y su substitución por Elisenda Alamany, las conversaciones se reactivaron, haciendo más probable el tripartito de izquierdas.
Con todo, Trias ha asegurado que mantendrá su asiento en el Ayuntamiento hasta que se resuelva el pacto de gobierno e insiste en que negociarán hasta el último momento, pero siempre y cuando “realmente se quiera negociar”.
Desde Junts han achacado este cambio de postura a escenarios políticos que confluyen y a “decisiones que van más allá de Plaça Sant Jaume”, refiriéndose a la negociación de los presupuestos catalanes y a las próximas elecciones, previstas para febrero de 2025. “Es muy posible que las decisiones se acaben tomando fuera del Ayuntamiento de Barcelona”, ha concluído Martí Galbís.