Una manifestación ultraderechista recorrerá las calles de la capital catalana durante esta Diada. Lo hará siguiendo el recorrido acordado entre los organizadores y los Mossos d'Esquadra, después de que éstos hayan rechazado el itinerario previsto inicialmente. El organizador de la concentración es el partido neonazi Alianza Nacional, que ha registrado el acto a nombre de la coalición La España en marcha, la misma que irrumpió el pasado 11 de septiembre en la librería Blanquerna de Madrid, donde la Generalitat tiene su delegación. A pesar de que miles de personas llegarán a Barcelona para participar en la V, el Govern no cree que se puedan producir disturbios.
Por otra parte, la delegación del Gobierno en Madrid también ha autorizado la manifestación ultra prevista en la capital del Estado, aunque rechazó que tuviera lugar frente a la librería Blanquerna y ha exigido que se haga a una veintena de metros del lugar previsto inicialmente. Se da la casualidad de que los manifestantes ultras se encontrarán a poca distancia del Círculo de Bellas Artes, donde la plataforma unionista Libres e iguales, liderada entre otros por Albert Boadella, se presentará oficialmente.
La España en marcha nació el año pasado como un intento de los diferentes grupúsculos ultraderechistas -Alianza Nacional, La Falange, Movimiento Católico Español, Nudo Patriótico Español y, en un inicio, Democracia Nacional- de unificarse bajo la bandera de la oposición al soberanismo catalán. Su golpe mediático en Blanquerna, una irrupción durante la que gritaron lemas como “catalanidad es hispanidad” o “no nos engañan Cataluña se España”, fue su acción más contundente.
Pero la visibilidad mediática fue muy superior a su capacidad de convocatoria. Las entidades de la plataforma desfilaron juntas el mes siguiente en la plaza España de Barcelona durante el 12-O. La convocatoria, sin embargo, fue un fracaso ya que sólo participaron unas 300 personas, incluidos militantes provenientes de otras zonas de España.
Durante esa manifestación, la mayoría de banderas visibles eran de Democracia Nacional, el partido de la coalición con mayor presencia en Catalunya. Y es precisamente este grupo el que se descolgó en los últimos meses de La España en marcha. La tensión interna se hizo explícita durante las pasadas elecciones del 28 de mayo, cuando Democracia Nacional decidió presentarse en solitario. La España en marcha, por su parte, sólo consiguió 17.000 votos, un 0,11%. La popularidad actual de la plataforma en las redes sociales también es baja: su cuenta Twitter no llega a los 2.800 seguidores.
Entidades antirracistas y partidos de izquierda piden la prohibición
Diversas entidades y formaciones políticas han criticado que el Gobierno no haya prohibido la manifestación. Ha sido el caso de Unión contra el Fascismo y el Racismo (UFCR), que afirmó que la elección del barrio del Raval para esta manifestación no era casual. “Quizás piensan que al venir a un barrio donde vive gente de procedencias muy diversas nos pueden dividir”, apuntó la entidad en un comunicado. Para hacerle frente, ha convocado una concentración en el mismo barrio de Raval, una hora antes del inicio de la manifestación ultraderechista.
Todos los partidos de izquierda han condenado la decisión del Gobierno de autorizar el acto. Mauricio Lucena (PSC), consideró evidente que no era “ni el lugar ni la fecha” para una manifestación de estas características. En el mismo sentido se expresaron ERC e ICV. En cuanto al diputado de la CUP David Fernández, expresó en una carta dirigida al consejero Ramon Espadaler su “absoluta oposición, rechazo y preocupación por la incomprensible decisión adoptada por la Conselleria” y recordó que uno de los dirigentes de Alianza Nacional fue uno de los autores del asesinato en 1993 del militante antifascista Guillem Agulló.