El ex Fiscal Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo ha comparecido este viernes en la comisión parlamentaria que, a propósito del caso Pujol, investiga el fraude fiscal en Catalunya. Villarejo ha afirmado que “no hay precedentes en el mundo occidental de un escándalo como el de Jordi Pujol”, en relación a que ocultó durante 34 años dinero en el extranjero, coincidiendo durante 23 de estos años con su etapa como presidente de la Generalitat.
Carlos Jiménez Villarejo fue uno de los dos fiscales que preparó la querella del caso Banca Catalana contra Jordi Pujol y los directivos de la empresa, a mediados de los años ochenta. Hoy ha reiterado las críticas que había hecho con anterioridad a la oposición que encontró en los gobiernos del PSOE y el Fiscal General del Estado para realizar investigaciones que afectaban Pujol y otros destacados políticos de CiU.
Ha apuntado que la decisión de la Audiencia Territorial de Barcelona que, en noviembre, de 1986 desestimó procesar a Jordi Pujol por la querella preparada por él y el fiscal José María Mena, estuvo influida por razones extrajudiciales. “Pujol podía condicionar a los jueces”, ha dicho, añadiendo que “había una actitud comprensiva hacia la actitud delictiva del poder político”. Jiménez Villarejo ha explicado que el recurso de súplica que elaboraron Mena y él contra esta decisión no fue aprobado por el Fiscal General del Estado. Y tuvieron que dar por perdido el caso. La portavoz de CiU en la Comisión, Meritxell Borràs, le ha reprochado que no presentara la dimisión por este motivo, en el momento más tenso de su comparecencia.
El fiscal también ha explicado que una investigación que elaboró sobre presuntas irregularidades cometidas por consejeros y dirigentes de CiU a raíz de las ayudas concedidas por la Comisión de Ayuda a la Reconversión Industrial de Cataluña (CARIC) también fue parada por el entonces Fiscal General del Estado, Eligio Hernández.
Confía en que, ahora, sin embargo, se aclare el origen de los fondos que Jordi Pujol reconoció que tenía en el extranjero, en su confesión del 25 de julio. Ha animado a los miembros de la Comisión a pedir a las autoridades judiciales la documentación del sumario del Caso Banca Catalana y hacer un seguimiento de los beneficios obtenidos por Jordi Pujol y las otras personas desde la creación hasta la quiebra de la entidad. Determinar el origen y la cantidad de ese dinero que el expresidente de la Generalitat tenía, al parecer, primero en Suiza y luego en Andorra, es uno de los temas recurrentes de la Comisión. De momento, todo son especulaciones y teorías variadas. Una oportunidad para aclararlo se dará el próximo día 27, cuando Jordi Pujol, su esposa Marta Ferrusola, y tres de sus hijos -Pere, Marta y Mirèia- están llamados a declarar por este asunto en el juzgado de instrucción número 31 de Barcelona.
Precisamente, Jiménez Villarejo se ha mostrado en desacuerdo con que los fiscales que intervienen en este caso dependan directamente de la Fiscalía Anticorrupción del Estado y no de la de Barcelona. Cree que Jordi Pujol confesó que tenía dinero oculto a Hacienda en el extranjero cuando se difundieron informaciones sobre la regularización fiscal que habían hecho del que tenían en bancos andorranos su esposa y cuatro de sus hijos. La confesión de Pujol se produjo menos de veinte después de que tuviera lugar esta regularización. Que Pujol haya estado tanto tiempo en esta situación de ilegalidad es “insólito”, para Jiménez Villarejo, que ha recordado que, en cambio, “a cualquier ciudadano medio se le llama a declarar o se le impone una multa por una pequeña equivocación en la declaración del IRPF”.
Tras afirmar que no tiene suficiente información como para saber si deberían haberse dictado ya órdenes de privación de libertad contra algún miembro de la familia Pujol, ha acabado confiando en que “el trabajo de comisiones como ésta restablezcan la confianza en la democracia perdida en el pasado”.