La visita al ginecólogo más surrealista de Gemma Nierga en el podcast ‘La Ruina’: “Me pidió una foto”

“Por ser un acto de elDiario.es, tan de izquierdas, ¡Nos han puesto cara al sol!”. Así empezaban Ignasi Taltavull y Tomàs Fuentes, conductores del podcast ‘La Ruina’ su programa en directo en el Festival de las Ideas y la Cultura de elDiario.es en Barcelona. Junto a ellos, la periodista Gemma Nierga aguardaba dispuesta a explicar su anécdota más embarazosa. 

“Me ha costado elegir porque algunas no las quiero explicar”, ha arrancado la veterana comunicadora, que finalmente eligió relatar una anécdota que le ocurrió en el ginecólogo hace cuatro años cuando fue a hacerse una ecografía. “No sabía si explicarla pero le he preguntado la opinión a mi hijo y me ha dicho que sí”.

“¡Qué fuerte! ¿Puedo hacerte una pregunta?”, fue lo primero que le dijo el ginecólogo a Nierga cuando se abrió de piernas. La periodista estaba cada vez más asustada y se temía el peor diagnóstico. Finalmente resolvió su duda.

“¿Las preguntas del programa Hablar por hablar son reales o son inventadas?”, le preguntó el facultativo. “Yo estaba abierta de piernas y el tipo me empezó a preguntar cómo era Iñaki Gabilondo en la distancia corta y todo tipo de detalles sobre cómo hacíamos el programa”, ha relatado Nierga ante más de mil personas reunidas en plaza Catalunya.

“El tío era mega fan”, ha proseguido Nierga, en una historia que a medida que iba avanzando era cada vez más hilarante. “¡Cuando ya llevábamos 15 minutos va y me pregunta si nos podíamos hacer una foto”“.

La respuesta de la periodista estuvo a la altura del momento: “Sí, nos podemos tomar una foto, pero primero déjame que cierre las piernas”.

El show ha incluido también anécdotas de miembros del público que querían compartir sus momentos más embarazosos. Desde la búsqueda de un falso pintor por Wallapop de una joven que se acababa de comprar un piso hasta la aventura de un tipo que se llevó las cenizas de su padre a la discoteca Amnesia de Ibiza. 

“Nos repartimos las cenizas en un tupper, las puse en un chivato y me las llevé para Ibiza”, ha relatado Paco. Tras depositarlas en la casa en la que había vivido su padre, el hombre se llevó los restos que le quedaban a la discoteca. 

“Me pregunté ¿Qué puedo hacer para estar conectado con mi padre, al que le gustaba mucho la fiesta?”, ha relatado. “Al final decidí ponerme un poco de las cenizas en la copa y me la tomé. ¡Disfrutamos la fiesta fuerte que te cagas!”