ENTREVISTA

Xavier Melero: “Acusar de organización criminal a los Pujol es una tontería”

¿Quién dijo que los abogados solo escribían aburridos tratados de Derecho? Tras su libro sobre la causa del procés en el Tribunal Supremo, el penalista Xavier Melero (Barcelona, 1958) publica 'Cambalache' (Ariel), una crónica vital con carácter de autoficción en la que el lector podrá identificar a algunos de los personajes que han marcado la vida política y judicial de las últimas décadas. Entre ellos sobresale Jordi Pujol, con quien Melero coincidió por primera vez cuando era un joven botones de una filial de Banca Catalana y que a la salida del trabajo descubría la noche barcelonesa, la música y el sexo.

¿Cómo acaba un abogado que ayudó a fundar Ciudadanos y que de joven había coqueteado con el anarquismo a despachar los viernes por la tarde con Jordi Pujol?

Por una serie de azares y carambolas que no tienen ninguna lógica ni sentido y que están gobernadas por los astros o vaya usted a saber por qué. De hecho el libro pretende dotar de orden y sentido algo que no lo tiene.

Al margen de los casos judiciales, en el libro también narra episodios de su juventud. ¿Tiene nostalgia de esa Barcelona?

¡Hombre sí! Es que los que vivimos esa Barcelona.... Yo hablo de ello y creo que hago mal, porque creo que debería ocultarla para que las jóvenes generaciones no se sientan frustradas por no haberla vivido. Entonces Barcelona representaba muchas cosas, como la prensa o la música alternativa, el 'boom' latinoamericano, y en cambio ahora Barcelona no representa nada. Es una ciudad cómoda, hay sol y playa, pero nada más.

¿La ve recuperable?

Pues vaya usted a saber, igual sí. Fíjese en lo que fue Berlín hasta el año 1989, y ahora dicen que es un sitio la mar de entretenido. Y la noche de Belgrado ahora dicen que también es divertidísima.

Su vocación por la abogacía fue tardía, y empezó como funcionario de prisiones. ¿Han cambiado a mejor desde su época las cárceles?

El sistema penitenciario, afortunadamente, se ha transfigurado y no tiene absolutamente nada que ver con lo que era. Era un vertedero y ahora, con todos sus problemas, es digno y cumple una función. Difícilmente consigue la reinserción porque eso no deja de ser un mito, pero en materia de dignidad y asistencia no tiene nada que ver, es otro mundo. Yo hablo de una época en la que el 70% de los internos lo estaba por cuestiones relacionadas con el consumo y tráfico de estupefacientes y muchos de ellos provenían de entornos marginales. Ahora la clientela se ha diversificado y hay un poco más de todo.

Uno de los momentos clave del libro es la confesión. ¿Fue un error la confesión de Pujol?

Desde el punto de vista técnico fue un error. Un abogado habla mucho de confesiones, pero para negociarlas con el fiscal. La confesión simplifica mucho el trabajo al fiscal porque obtiene una victoria, pero a cambio tiene que dar algo, como una atenuante muy cualificada que haga rebajar la pena. Ante los medios de comunicación no se confiesa, o confiesa otro tipo de personas: los 'influencers', los de la isla tentaciones, los que se han aumentado las tetas o alargado el pene, el señor Millet en el caso Palau... La gente seria no confiesa ante los medios de comunicación, con todo el respeto para los medios.

Siete años después, entiendo que le volvería a recomendar que no confesara.

¡Encarecidamente!

¿Por qué Pujol hizo la carta, pues?

Porque Pujol es un optimista, y se lo digo siempre. Pujol creyó que la gente pondría en una balanza su obra y lo que él hizo por Catalunya, o al menos para ese sector de Catalunya, y al lado pondría el defecto moral que él mismo reconoció. Y que en la ponderación saldría ganando porque la contrición y el perdón irán de la mano y habrá una reconciliación en el seno del catalanismo con él. Esto es un análisis propio de alguien que tiene una fe absolutamente injustificada en el sentido de la humanidad.

¿Usted se cree lo del legado [la deixa] del abuelo Florenci?

Lo que yo me crea o me deja de creer no tiene ninguna importancia y me es completamente indiferente. Los abogados trabajamos la versión de nuestro cliente, sin más. A quien tendría que preguntar si se lo cree es el juez De la Mata.

El juez De la Mata no se lo cree y dice que la familia Pujol es una organización criminal.

La acusación de organización criminal a la familia Pujol es una tontería y caerá inexorablemente. Al final parece que cualquier delito que no cometa una persona sola es organización criminal.

Más allá de lo que terminen diciendo los jueces, ¿Jordi Pujol Ferrusola hubiera podido hacer tantos negocios si no fuera por su apellido?

Yo eso no lo sé en el caso concreto del señor Pujol Ferrusola. Lo que sí sé es que universalmente, desde el hijo de la señora Thatcher al hijo del señor Mitterrand, el ser quien sois favorece determinado tipo de contactos, mejora las agendas y la rentabilidad de las gestiones.

En su etapa en el centro de estudios jurídicos de la Generalitat bajo el gobierno de Pujol, relata que se le instó a desviar fondos, y que como se negó se tuvo que ir. ¿Fue la única ocasión o la corrupción estaba institucionalizada?

Lo que es cierto es que el protagonista del libro solo se refiere a esa ocasión (ríe).

Del libro se desprende un cierto respeto personal, incluso aprecio, por Pujol. ¿Es así?

Sí, y ha ido a más. A Pujol lo considero un amigo. Y siempre he respetado a Pujol porque intenta justificarse literariamente, escribe lo que piensa. Pujol tiene un plan intelectual a medio y largo plazo, cosa que es difícil de ver en la clase política.

A Pujol lo considero un amigo

Debe ser de los pocos catalanes que siente algo así....

¡Pero si Pujol va al Liceo y le ovacionan!

Y todo ello no le impide diferir de plano de los planteamientos del expresident. “No me gustó su banco, no me gustó su política”, dice. 

Si hubiera sido partidario de su política, Pujol no me hubiera hecho ni caso. Pujol siempre ha estado rodeado de centenares de pelotas que le han dicho exactamente lo mismo que decía él. La última vez que le vi, hace pocas semanas, nos despedimos y me dijo que la próxima vez trajera un amigo que también estuviera en contra de todo lo que había hecho y así charlamos los tres. Pues le buscaré a alguien.

En una de sus charlas previas a la confesión, escribe que Pujol “paladeaba los términos vergüenza y culpa como si tuvieran un significado especial para él”. ¿Siempre estuvo ahí ese secreto?

Hasta el 2012 no me fijé. Cuando aparecen esas publicaciones, como el informe apócrifo de la UDEF, inmediatamente Pujol escribe un artículo, 'Ética y política, un difícil equilibrio'. Para mi es fundamental. En el artículo Pujol habla abiertamente de la corrupción política, y es entonces cuando reparo que él, que es germanohablante, habla del significado del término 'schuld' [vergüenza y culpa], el arrepentimiento y el pago de la deuda.

¿Cómo es posible que Pujol se otorgara el liderazgo moral de Catalunya tras el caso Banco Catalana mientras al mismo tiempo escondía dinero a Hacienda?

Es el gran problema de Pujol. Pujol creó un nacionalismo de carácter más moral que político. Y por eso cuando decepciona a sus seguidores se le hace un juicio moral, no político, y muy severo. Pienso en Mitterand, un personaje político fundamental que tiene conexiones con el gobierno fascista de Vichy, tiene una amante, una hija clandestina, un hijo que hace negocios irregulares por África... y nadie le pasa factura por ello porque no pretende ser un referente moral, se limita a los estrictos términos políticos del Partido Socialista francés y del Gobierno. Pujol es todo lo contrario, todo su discurso está preñado de moralidad. Este término lo utilizo expresamente porque lo utiliza Pujol citando a Cioran, el filósofo del nihilismo y la desesperación y uno de los pensadores más extraños de la Europa del siglo XX. Es otra sorpresa. He conocido a poquísimas personas en mi vida que sean lectoras de Cioran y Pujol sin embargo no solamente lo conoce sino que lo cita y lo glosa, cosa que muestra que tiene un fondo de armario cultural muy importante.

Entre los muchos casos que ha llevado y repasa en el libro, destaca el caso KIO y Javier de la Rosa. ¿Hoy resultaría más creíble que el rey Juan Carlos perdiera 100 millones del préstamo saudí?

En aquellos años recomendé a Javier no tirar contra el rey porque era el santo vivo de la transición y le iban a dar por todas partes. Cuando lo intentó en los periódicos, siempre se giró en su contra. Ahora sería diferente porque la monarquía ha dilapidado ella misma su patrimonio moral. La versión de De la Rosa, de la que por otro lado nunca dudé, ahora tendría más viabilidad.

¿Hay un cierto paralelismo entre las figuras de Pujol y Juan Carlos I como héroes de la transición caídos en desgracia?

Juan Carlos I cae de propia mano, es más un suicidio que una ejecución, pero él nunca quiso convertirse en un referente moral, era un símbolo vivo del espíritu de la transición, la reconcialiación y del salto del franquismo a la legitimidad democrática histórica. Por esta razón el juicio moral que se le hace a Juan Carlos I es menos severo que el que se hace a Pujol.

¿A Juan Carlos I, en comparación con un ciudadano normal, se le permite regularizar el dinero a Hacienda sin más consecuencias porque fue el rey?

Porque es el rey los fiscales que intervienen se lo miran con muchísimo cuidado porque las posibilidades de meter la pata y entrar en lo escandaloso son muy importantes. Estamos en un país que, con todos sus defectos, no se puede negar que a ningún juez le tiemble la mano para imputar o encerrar en la cárcel a quien haga falta. Creo que la investigación sigue su ritmo normal, aunque está claro que cuando hay regularización de la infracción tributaria es una excusa absolutoria y hay que mirarse muy bien técnicamente si eso es perseguible.

Con Oriol Pujol en el caso de las ITV terminó pactando con la Fiscalía para lograr una pena más baja porque se veía condenado por el jurado popular. ¿En el caso de la familia en la AN, ve posible un pacto?

En el caso de Oriol Pujol un juicio era tirar lo dados porque no eran solo las ITV, en aquel momento se produce la confesión, se mezcla todo y veo imposible que pueda tener un juicio justo con un jurado imparcial. En el caso de la familia no hay ninguna posibilidad de pacto, porque hay defensa jurídica. Otra cosa son los negocios que pudo tener Jordi hijo y si lo declaró bien o mal, pero a la historia de la familia le veo muchísima defensa, y de hecho iré a juicio con Oriol Pujol.

En el libro sale poco, pero a Germà Gordó dice que en su propio partido lo apodaban 'El siniestro'. ¿Tiene alguna hipótesis de por qué?

Esto tendrá usted que preguntarlo entre los antiguos miembros de ese fenecido partido. No sé de dónde salió el mote, pero así se me hizo saber y la verdad es que me hizo mucha gracia.

Estuvo en los encuentros tras los que se fundó Ciudadanos, pero casi desde el nacimiento del partido no ve reflejado en él ese espíritu inicial. ¿Cómo se torció?

Desde el principio se vio que las personas que estaban allí a parte que ser todos muy entretenidos, simpáticos y haber leído todos a Gil de Biedma solamente tenían en común la decepción con el PSC por la deriva nacionalista del primer tripartito de Maragall. Pujol siempre me dice que Ciudadanos se constituyó contra Convergència y contra todo lo que representa Convergència, pero yo siempre le respondo que no, que Ciudadanos se constituyó contra Maragall, por la decepción de un sector muy próximo al partido socialista que creía que con el cambio de 2003 la presión nacionalista aflojaría y vio que Maragall con Carod quiso adelantar a Pujol en el carril patriótico.

Las cosas están mucho peor después de los 15 años de presencia pública de Ciudadanos que antes

¿Queda algo del Ciudadanos que ayudó a fundar?

No queda absolutamente nada. Solo la decepción y en mi caso el amargo balance de que creo que las cosas están mucho peor después de los 15 años de presencia pública de Ciudadanos que antes. La herencia es negativa.

¿El responsable es Albert Rivera?

Hay muchos responsables, no solo Rivera. A lo mejor los primeros responsables son los propios fundadores, que son un poco 'amateurs' y diletantes al construir el artefacto. Son gente de prestigio en su campo, con altavoces mediáticos importantes, que consiguen que la cosa empiece a hervir pero en seguida se desentienden de la criatura. Es un poco como el doctor Víctor Frankenstein, que lo primero que hace tras crear el monstruo es encerrarlo e irse para casarse, y aquí no ha pasado nada. A partir de entonces, la criatura Ciudadanos se convierte en el refugio de muchos oportunistas, aunque también de gente de buena fe, la definición ideológica se va alterando en función de análisis muy cortoplacistas coste-beneficio y al final es bastante un desastre.

¿A qué se debe la lentitud en la tramitación de los indultos a los presos del procés?

La única explicación que le puedo dar es política. Y aquí no politizo la Justicia, porque esto es una decisión gubernamental. La última maniobra de la Abogacía del Estado con la consulta al Tribunal de Cuentas sobre si se habían avalado las responsabilidades civiles es de traca. ¡Era un hecho notorio que ya se había avalado y que sobraba! Y lo más divertido todavía es que tras recibir la respuesta del Tribunal de Cuentas la Abogacía del Estado dice que pues vale, que muy bien, que me es igual y que no hay nada que decir. Es una estrategia del Gobierno puramente dilatoria, ahora por las elecciones de Madrid, pero vaya, en este país siempre pasa algo. Cuando no sean las elecciones de Madrid a lo mejor serán las de Murcia, que veo que también es un foco de atención importante.