Xavier Trias, quien fue alcalde de Barcelona desde 2011 a 2015, ha anunciado que se vuelve a presentar a la carrera electoral ocho años después de que Ada Colau lo derrotara. Su candidatura se ha confirmado en la cena de Navidad que la federación barcelonesa de Junts ha celebrado en la noche de este lunes en la capital catalana tras meses de especulaciones. Este martes el nuevo alcaldable dará una rueda de prensa.
Tras la renuncia de Elsa Artadi, que abandonó la política y la idea de presentarse a la alcaldía justo cuando faltaba un año para los comicios, Junts puso sus ojos en Trias. Al principio su respuesta fue negativa, pero con el paso del tiempo, el exalcalde iba dejando cada vez la puerta más abierta. Eso sí, con condiciones.
Trias exigía diversos puntos a los suyos de cara a aspirar a la alcaldía: tener opciones reales de ganar, que le respaldara un partido “fuerte” y “en orden” y que este le dejara “hacer según qué cosas”. La ruptura del Govern y los posteriores rifirrafes internos de Junts ponen en duda la estabilidad requerida por el exalcalde. Cabe recordar que la votación que acabó con la salida de Junts de la Generalitat no fue bien percibida por Trias, quien llegó a decir que “congelaba” su candidatura.
Las últimas encuestas relegan a Junts a la cuarta posición, en una horquilla de entre cuatro y nueve ediles, pero con Trias como candidato sus enteros crecen. En las últimas semanas, Trias se ha esforzado en lograr que, al menos en la batalla por Barcelona, Junts proyecto una imagen de partido unido y preparado para la gobernabilidad.
Tradicionalmente vinculado al sector socialdemócrata de Convergència y con una amplia experiencia como conseller de Salud y diputado en el Congreso, Trias logró arrebatar por primera vez la alcaldía de Barcelona a los socialistas desde la recuperación de la democracia. La etapa de Convergència al frente de la capital catalana se limitó a un solo mandato y en 2015 Colau logró una victoria por la mínima ante Trias, suficiente para devolver la ciudad al centroizquierda.
Con la confirmación de su candidatura, los partidos van completando sus primeras espadas en lo que tiene números de ser una carrera entre cuatro para ganar los comicios en Barcelona: Colau por los comuns, Jaume Collboni por el PSC, Ernest Maragall por ERC y Trias por Junts. Muy por debajo quedarán los candidatos del PP (que todavía no ha anunciado su cabeza de lista) y Ciudadanos, sumido también en Barcelona en una guerra interna. Está por ver si hay otro 'outsider' de la política como el expresidente del F.C. Barcelona Sandro Rosell, que está decidiendo si se presenta.
Hasta el último momento Trias ha estado en “conversaciones” con Junts y con el PDeCAT para conseguir que se entienda que “la unidad es un herramienta básica para sacar las cosas para adelante”. Según anunció en una entrevista, estas negociaciones tuvieron lugar hasta pocas horas antes de anunciar su candidatura.
Trias fue una de las personas que compaginó el carné de las dos formaciones desde que se escindieron en 2020, cuando la corriente de Puigdemont quiso alejarse de la heredera de Convergència. Hace solo dos meses, cuando ambos partidos empezaban a decidir sus cabezas de lista para las municipales, el exalcalde dio un paso para alejarse del PDeCAT t y se quedó con los de Laura Borràs.
Plena libertad
Hace meses que Junts ha dejado claro que Trias es su candidato ideal para disputar una carrera electoral en la que los de Junts se presentan desgastados por los últimos acontecimientos en la Generalitat. Saberse querido y ser la única opción de Junts para no lograr otro resultado mediocre en Barcelona ha hecho que el exalcalde pudiera pedir manga ancha y plena libertad para conformar su propio equipo.
Entre los nombres de los que se rodeará Trias para formar su equipo destacan el de la exconsellera de Acción Exterior Victòria Alsina; el del expresidente del Puerto de Barcelona Damià Calvet, y el del diputado Ramon Tremosa. Trias también habría estado en contacto con el exconseller de Salud Josep Maria Argimon, pero su lugar en puestos de salida parece descartado tras su fichaje por la Fundació Pasqual Maragall para dirigir un grupo de investigación sobre el alzheimer.