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Los médicos interinos de Castilla-La Mancha, “sorprendidos” por la convocatoria de oposiciones en plena pandemia: “¿Cuándo vamos a estudiar?”

Sanitarios en Castilla-La Mancha

Carmen Bachiller

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La publicación de las bases de la oferta pública de empleo (OPE) del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha correspondiente a los años 2017 y 2018, que se conocía la pasada semana, ha generado un gran “malestar” entre el colectivo de médicos interinos de la región.

Beatriz es neuróloga en el Complejo Hospitalario de Toledo. En 2002 comenzó su formación como residente en la capital castellanomanchega, que terminó en 2006. Entonces comenzó a trabajar con un contrato temporal. Ese año se convocaron oposiciones para su plaza que no volvieron a repetirse. “No ha vuelto a salir a concurso”.

“Está claro que la convocatoria tenía que salir en algún momento, pero nos ha sorprendido muchísimo que lo hagan ahora, en plena pandemia. Tengo la sensación de que es más interés propagandístico que real el hecho de hacer oposiciones, de buscar consolidación de plazas del personal”.

Hablamos también con una geriatra del Complejo Hospitalario de Toledo. Han pasado ya casi doce años desde que terminó su formación como médica interna residente (MIR).

A esta profesional sanitaria le pesa el agotamiento emocional y físico mientras hablamos. “Hemos estado en primera línea en la pandemia, sin EPI, fumigando con lejía… No hacía falta que nadie lo pidiera, porque nos hemos entregado en cuerpo y alma. Y ahora, te convocan una OPE como premio… Si me pisas, es que no me puedes hacer más daño”.

En su mente no caben ahora unas oposiciones, nos dice, porque “no solo es el hecho de estar en el hospital, el sufrimiento de las familias, que los pacientes se nos morían… Ha sido de todas desalentador. Y después, el miedo a volver a casa. Todos tenemos hijos y he estado dos meses sin darle un beso al mío por miedo a pegárselo”.

Al cansancio físico y emocional se suma la imposibilidad de conciliación laboral y familiar. “¿Cuándo estudio yo si no tengo ni guardería? Tampoco se conceden excedencias para el cuidado de hijos por la pandemia”. Y ni siquiera tienen claro lo que ocurrirá a corto plazo. “No sabemos lo que va a pasar ni en verano, ni en otoño. Es una convocatoria un poco especial”, apunta Beatriz.

Por otro lado, explican, “las plazas son ridículas, después de diez o doce años sin oposiciones. Solo en Geriatría en Toledo hay ocho o nueve interinos y se han convocado diez plazas para toda la región. ¿Qué consolidación de plaza es esa? Te obligan a pasar por un proceso selectivo, con un examen tipo test. Ya lo hicimos durante el MIR. Si al menos te dieran opción en una OPE anual…”.

Y es que, dicen estos profesionales, “a la mayoría del personal que estamos en fraude de ley nos pillan en una edad entre 40 y 50 años y con cargas familiares. Tenemos nuestra vida establecida, llega otra persona y nos desplaza después de tantos años aquí trabajando”. Por eso, su reivindicación pasa por un proceso selectivo a través de un concurso de méritos.

“No entiendo los motivos para convocar ahora”

Estos profesionales cuentan con el apoyo de sus colegas con plaza fija. Esperanza Martín es facultativa especialista en Geriatría en el toledano Hospital del Valle. “Es surrealista lo que está ocurriendo”, comenta para recordar que muchos de sus compañeros “llevan años” con contratos temporales o interinos “y no han tenido opción ni de examinarse, en algunas especialidades, desde hace 10 años”.

Suscribe las críticas de sus colegas. “Según lo anuncia el Gobierno regional, parece que se trata de creación y consolidación de empleo, pero en realidad es empleo ya existente y no cubre ni la mitad de las plazas temporales”.

Lamenta que la convocatoria llegue “justo en medio de la situación más estresante tanto profesional como personal para estos trabajadores que han estado luchando contra la pandemia, en un momento en que estamos agotados física y psíquicamente”.

Recuerda que se trata de “una oposición muy exigente con mucha competitividad, máxime cuando lleva tantos años sin convocarse. ¿A quién le puede parecer que es una buena idea que, en esta situación, en vez de intentar recuperarse, sin descartar una nueva ola de la pandemia, se pongan a estudiar con el riesgo de perder su puesto de trabajo? No entiendo los motivos que pueden llevar a esta Administración a sacar esta convocatoria en este momento”, explica.

“Me duele en el alma ver que mis compañeros, que han estado como yo dando lo mejor de sí hasta el agotamiento, tendrán que dedicar sus vacaciones y el resto del tiempo libre que les quede hasta el examen a estudiar. Francamente, yo no tendría en este momento ni fuerzas ni concentración para ello”.

Un problema anterior a las transferencias sanitarias

El debate sobre los interinos en el ámbito sanitario tiene mucho más fondo que el mero momento en el que llega la oposición y no es algo nuevo. También ha ocurrido en otras comunidades autónomas. “Es que te puedes quedar con una mano delante y otra detrás y les da igual porque eres un número. Ahora también les ha dado igual que hayas estado trabajando tres meses seguidos sin descansar ni un fin de semana”, cuenta la geriatra interina desde Toledo.

Y todo ello después de que, en pleno estado de alarma, el pasado 19 de marzo, se conociese la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que daba la razón a los interinos al reconocer que la Administración abusa de la temporalidad en España, especialmente en servicios como el sanitario, pero dejaba en manos de los tribunales españoles el tipo de sanción a imponer, apostando sobre todo por la indemnización “disuasoria”.

“Estamos indignados”, sostiene la neuróloga, porque “la sanción debería ser la convocatoria de un concurso de méritos para el personal sanitario que está en fraude de ley”.

Tampoco es la primera vez que se pone sobre la mesa el problema de la interinidad en nuestro país. En el año 2001, en el entonces INSALUD y antes de que se desarrollara el traspaso de competencias sanitarias a las comunidades autónomas, tuvo que realizarse una consolidación por méritos de puestos ocupados por interinos. Un problema enquistado desde los años 80 del siglo XX, como recogía la prensa del momento.

“Habría que hacerlo así. Si es que no nos están regalando nada después de tanto tiempo desempeñando nuestro trabajo. Nuestra plaza ya es estructural. No fue creada para unos meses”.

En la última semana, unos 200 facultativos interinos de la región han puesto el caso en manos de los abogados de su colegio profesional. “Todos tenemos este sentimiento. No sabemos a dónde nos llevará todo esto”.

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