Denuncian el acoso de grupos antiabortistas a las puertas de la clínica Iris
La presencia de grupos antielección a las puertas de la clínica Iris de Albacete, donde se practican abortos legales, se ha intensificado en el último año donde toman contacto directamente con las pacientes o usuarias para evitar que finalicen su embarazo. Lo hacen a plena luz del día, en la propia puerta de la clínica, con rosarios y rezos, aludiendo al derecho a la vida del feto frente al de las mujeres a decidir. “Esto nos parece una violación de la intimidad de las mujeres”, asegura el doctor Francisco Valero, obstetra de la clínica, que asegura que este tipo de acciones son una agresión a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
El 90% de las pacientes que llegan hasta su clínica de la capital albaceteña para interrumpir el embarazo son remitidas por el SESCAM, algo que hace que “este tipo de actos trascienda de la clínica y toque también al servicio de salud”. La presencia de estas mujeres, que aseguran salvar vidas con sus actos a la puerta de la clínica, no es algo nuevo. Y es que tiempo atrás acudían “por de manera más esporádica”.
Agresiones verbales a los trabajadores
La situación que se ha generado en el último año ha trascendido también a los trabajadores. Según cuenta el propio Valero los miembros de este colectivo han llegado a increpar a las trajadores de la clínica, ya no sólo a las puertas del lugar sino que “se ha dado el caso de una trabajadora a la que encontraron comprando en un supermercado acompañada de su hija y a la que increparon allí mismo”, narra el doctor.
Una de estos episodios violentos lo sufrió el apoderado de la clínica, Eduardo Pin, que decidió denunciar. En la denuncia, Pin aduce agresiones y vejaciones argumentando que le agredieron con un empujón a la vez que le llamaban asesino, algo que el juzgado desestima porque las testigos no refieren la palabra empujón en sus declaraciones sino que hablan.
Falta de voluntad política
“Hay una normativa municipal que regula la utilización de las calles y ellas se la están saltando”, dice el doctor Valero. Su compañero en la clínica, decía hace unos meses que la culpa es la “falta de voluntad política. Estas mujeres no tendrían que estar ahí”.
De hecho la presencia de estos grupos ha provocado enfrentamientos en el Ayuntamiento de la ciudad. Sin ir más lejos, el pleno correspondiente al mes de junio, quedaba aprobada una moción con los votos a favor de Ganemos y PSOE, grupos proponentes, y Ciudadanos, en la que se pedía que el Ayuntamiento garantizase los derechos reproductivos de las mujeres que acudían a la clínica. En ese pleno la concejal del área de mujer, llegó a asegurar que el aborto era “violencia inhumana contra las mujeres”. Un mes después, y tras estas declaraciones de María Ángeles Martínez Paños, así se llama la concejal, salía adelante una moción en la que se pedía que le fuera retirada el área de mujer. Ni una, ni otra han sido acatadas por el Ayuntamiento.
Tampoco, y tras reunirse con subdelegación del Gobierno, se ha aumentado la presencia policial aduciendo la libertad de reunión y expresión, frente al derecho reproductivo de las mujeres.