Una asociación busca impulsar el yacimiento de La Cava “para que no se olvide su potencial”
Que los vecinos se impliquen para que no se olvide que en La Alcarria conquense hay un yacimiento de la Edad del Bronce que no tiene paralelo en España. Ese es el objetivo que se ha marcado la Asociación Cultural La Cava, impulsada por un grupo de vecinos de Garcinarro y en la que, a título particular, se encuentran varios miembros de la Corporación Municipal, entre ellos el propio alcalde, Antonio Fernández Odene, que es el presidente de esta recién creada asociación que nace con el fin de generar actividades que dinamicen las visitas al yacimiento del mismo nombre.
Situado en la cima de un cerro dominante, cuyo frente occidental resulta casi inaccesible, la ocupación de La Cava se ha realizado de forma ininterrumpida a lo largo de 4.500 años. Culturas prehistóricas, asentamientos íberos, romanos y visigodos, han dejado su huella en este lugar que siempre ha tenido pruebas evidentes del paso de varias civilizaciones pero no fue hasta que en 2014 se iniciaron las excavaciones cuando salió a la luz el enorme potencial de este yacimiento multifásico que ocupa una extensión de 12 hectáreas y que tiene en la Edad de Hierro (400-450 a C) uno de sus máximos exponentes: el edificio singular retallado en la roca en tres estancias, intercomunicadas entre sí, asociadas al almacenamiento, sacrificio y culto religioso del pueblo íbero, y que posteriormente se reutilizó en época romana y visigoda dándole un uso singular en cada uno de los periodos.
Su conservación, intacta 2.500 años después, hace que sea único, pero son muchos más los elementos arqueológicos de interés que encierra este yacimiento ubicado a tan solo dos kilómetros de Garcinarro, cuyos vecinos están decididos a impulsar su conocimiento con la realización de actividades que potencien aún más su atractivo y sirvan para incrementar el número de visitas.
Como en numerosos municipios de La Alcarria conquense, la despoblación es uno de los grandes problemas que azota este pequeño pueblo, que junto a Mazarulleque y Jabalera conforman la localidad de Valle de Altomira.
El turismo es una alternativa para revertir la situación, y en La Cava tienen un gran exponente que para Fernández Odene “es necesario poner en valor con todas las herramientas a nuestro alcance”. Señala que desde el Ayuntamiento hay una clara apuesta por hacer de este yacimiento una apuesta de futuro pero “es necesaria la implicación de todos”.
Hasta el momento, a través de los Fondos FEDER se ha dotado al Museo de Historia de un Centro de Interpretación del yacimiento, y con recursos propios del Ayuntamiento se ha señalizado una ruta que desde la CM-2000 asciende al yacimiento atravesando un valle con numerosos elementos arqueológicos hasta la llegada al yacimiento, y que para un mayor conocimiento, el Consistorio ha instalado paneles explicativos de los mismos.
Ahora, mientras se está a la espera de la musealización de La Cava a través del Plan de Recuperación del Patrimonio de la Diputación Provincial, y también de su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de la Junta de Comunidades, los vecinos han impulsado la creación de una Asociación que, de forma desinteresada, pretende contribuir a su potenciación con la realización de actividades que esperan poder poner en marcha este verano.
Así lo pone de manifiesto el presidente de la Asociación Cultural La Cava, quien destaca que, entre otras, se quiere realizar una representación teatral sobre la época íbera, para lo que se contará con las investigaciones llevadas a cabo por el arqueólogo Miguel Ángel Valero, director de las excavaciones hechas en el yacimiento.
Visitas guiadas nocturnas
Además, tomando como ejemplo las actividades de la ciudad romana de Ercávica se pretende poner en marcha visitas guiadas nocturnas. “Una vez que esté vallada la zona de la carretera, que es la parte más peligrosa, se podrán llevar a cabo y creo que a la gente le gustará mucho”.
La experiencia, dice, será muy distinta a las visitas que se realizan por el día, en el que además se disfruta de unas vistas espectaculares. Sin embargo por la noche la experiencia es más sensorial. Entre otras cosas, señala, no hay que olvidar el fuerte trasfondo religioso y sobrenatural que rodea todo el enclave, salpicado de eremitorios, altares, cruces visgodas y marcas rupestres en las rocas. Eso sí, para poder realizar estas visitas nocturnas será necesario contar con puntos de luz que faciliten el acceso y para ello, dice, que de forma puntual, cuando se realicen este tipo de visitas, se instalarán algunos focos en puntos claves, alimentados por un generador eléctrico. Aunque de momento no se ha decidido nada al respecto. “Es algo que tenemos que ver aún porque hay varias ideas sobre la mesa”, apostilla Fernández Odene.
Asimismo se pretende poner en marcha talleres relacionados con la cultura íbera, además de otras actividades lúdicas, como ‘El Día de La Cava’, que persigue acercar más el conocimiento del yacimiento, y que servirá además para poner en valor toda la zona y disfrutar de su gastronomía.
El mantenimiento de la Semana Cultural que en torno a La Cava se celebró el pasado año, y su enriquecimiento con más actividades es otro de los objetivos que tienen en mente los miembros de esta asociación que está abierta a todo el que le desee. De hecho, Antonio Fernández Odene señala que tras su reciente puesta en marcha se está en proceso de captación de socios. “Tenemos una página web de amigos de La Cava que tiene más de 600 seguidores, y es donde estamos haciendo fuerza para que la gente se anime y se sume a la asociación”.
La presentación, el 18 de marzo
Además se ha organizado una reunión, que tendrá lugar el 18 de marzo, a partir de las 19 horas en el Museo de Garcinarro, en la que se explicará a los asistentes los motivos que han llevado a constituir la asociación y lo que se pretende conseguir. “Lo que queremos es dinamizar el municipio y crear actividades para que la gente no se olvide que estamos aquí. Y por eso vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para generar actividad en torno al yacimiento; para traer esa época a nuestros días y que poco a poco se vaya revitalizando y no se olvide su potencial”, señala.
Otra de las actividades que ya se están planificando es la visita al santuario del edificio singular el 21 de junio coincidiendo con la puesta de sol del solsticio de verano. Un momento “mágico”, dice Odene, puesto que la orientación al poniente del edificio hace que los últimos rayos de sol entren por la puerta del santuario iluminando la hornacina central. “Es espectacular y esperamos que todo salga bien y la gente disfrute porque será una jornada muy especial”.
Señalar que la significación que este hecho tenía en la cultura de los íberos asentados en La Cava es uno de los estudios que, junto al Museo de las Ciencias, está realizando el arqueólogo Miguel Ángel Valero, y cuyos resultados pronto podrán conocerse. Como también los relacionados con las excavaciones en la zona sur de la acrópolis con el último taller de empleo y que, según señala su director, como principal novedad dejan constancia de que el asentamiento romano fue prolongado en el tiempo, en lugar de radial como se creía, y además “importante”.