Opinión y blogs

Sobre este blog

Volviendo de Destrucción Creativa, encuentro de iniciativas de innovación social

Volvemos inspirados y con las pilas puestas tras participar en el encuentro de experiencias de innovación social que ha organizado esta semana Zzzinc junto a la Fundación Zaragoza Conocimiento en eTopia, donde tuvimos oportunidad de explicar los principios y avances de Goteo, además de llevar a cabo un taller sobre financiación colectiva abierta que también nos ha dejado un muy buen sabor de boca. En Destrucción Creativa (título que hace referencia al concepto desarrollado por Schumpeter para explicar cómo las innovaciones de los emprendedores activan el crecimiento económico sostenido a largo plazo, pese a que pueda destruir por el camino el valor de otras compañías o dinámicas ya establecidas) se han dado cita iniciativas e ideas que nos parecen fundamentales para conocer e implicarse en este ámbito que emerge fusionando sectores y generando alternativas, e intervenciones con algunas claves que queremos recuperar en este post (atención: con alta densidad de links :)

De la intervención inaugural de Juan Freire nos quedamos con la idea de cómo las innovaciones en tecnología o empresa se deben considerar hoy día englobadas en un campo mucho mayor como es el de la innovación social, impulsada por personas y comunidades locales o digitales para generar bienes comunes. Entre muchos otros, lo explicó basándose en ejemplos como las interacciones y acciones geolocalizadas que permiten Open Street Map o Ushahidi, los laboratorios creativos autogestionados como The Cable Factory, el Banco Común de Conocimientos que Platoniq (entidad impulsora de Goteo) ha venido desarrollando en los últimos años, o la gestación de soluciones y procesos que afrontan problemas por y para la gente en las ciudades de modo no planificado sino distribuido. Todo ello, eso sí, sin dejar de perder de vista la necesidad de que esas experiencias y muchas otras reviertan en el aprendizaje, que converjan en procesos de educación formal pero también en el espacio público, en el prototipado, en el emprendizaje, como proponen en Teamblabs.

La primera ronda de experiencias aglutinó bajo el concepto de laboratorios sociales tres ejemplos de muy diverso tipo, pero con el común denominador de ser focos de experimentación ciudadana. Por un lado, Marcos García de Medialab Prado nos explicó la trayectoria única de ese centro sobre proyectos y convocatorias orientados a la visualización de datos, la cultura de red, la electrónica y la programación, la apropiación social de tecnologías y muchos otros de carácter multidisciplinar, todo ello basado en metodologías abiertas y colaborativas. A continuación Pedro Jimenez reflexionó entre otras cosas sobre la necesidad de rebasar los formatos de encuentro y discusión, desde la trayectoria del festival Zemos98 y el proceso de investigación activa e intuitiva que ha ido componiendo ese festival, para así poder establecer dinámicas de trabajo que tejan progresivamente nuevas posibilidades de experimentación y crítica en relación a la cultura digital, con la figura del laboratorio y el aprendizaje significativo en nuevos relevos generacionales, tal como articula la propuesta del 98lab. Finalmente, Nico Sguiglia de La Casa Invisible recorrió los avances y razones de ser de ese centro que partiendo de la okupacón y la autogestión se ha convertido ya en foco de todo tipo de actividades impulsadas desde el tejido social de Málaga, donde actúa como retaguardia en el acompañamiento y facilitación de procesos de creación y alternativas a manos de colectivos y grupos de personas que avanzan teniendo allí uno de sus ejes de referencia.

En la segunda ronda tuvimos oportunidad de compartir mesa con Javi Creus de Ideas for Change y con Javier Ortega de Coop57. Primero Javi trazó una panorámica sobre la economía comunitaria en que distinguió claramente entre el papel que juegan las comunidades, por un lado, donde lo compartido puede competir en eficiencia con otros modelos (y donde la norma es compartir los recursos), y por otro lado las corporaciones, que hasta ahora han sido como mucho “extractivas” cuando se han acercado a lo común y esos recursos compartidos, y donde un reto actual es cuáles y cómo pueden jugar un papel de contribución en dichos sistemas. Por su parte, con Coop57 conocimos de primera mano cómo ha evolucionado esta red cooperativa de ahorros y servicios financieros que, basándose en los principios de la banca ética, permite el acceso a recursos monetarios a entidades alineadas con sus principios, basada en procesos asamblearios y la participación de sus socios y socias. Por nuestra parte, explicamos la evolución de Goteo incidiendo en nuestra filosofía de nodos (como el primero que ha arrancado en Euskadi), donde tratamos por un lado de aprovechar lo mejor de lo local, como es la proximidad y el contexto sociocultural a la hora de acercarse al crowdfunding, y por otro lado tratando de mantener lo mejor del trabajo en red y del aprendizaje continuo y distribuido entre cada nodo. También incidimos en la necesidad de activar “capital riego” para hibridar modelos con los que explorar la financiación colectiva entrelazada con el apoyo e impacto de entidades públicas o privadas, donde en vez de lógicas de substitución (en este caso de lo público por lo ciudadano) se den recombinaciones que ayuden a avanzar en las coyunturas complejas en que vivimos.

De las mesas de intervenciones posteriores, en torno a la ciudad como plataforma de innovación y la nueva democracia ciudadana, os dejamos con estos posts (en inglés) del live blogging del encuentro a cargo de Ismael Peña, quien intervino en la última mesa. Nosotros tuvimos que acudir en paralelo al taller sobre financiación colectiva abierta que facilitamos, con nuestros tableros de juego bajo el brazo. Tres horas intensas en que desplegamos nuevamente la metodología que nos ha venido acompañando desde que (co)diseñamos Goteo, y donde pudimos compartir con más gente criterios y valores en torno al crowdfunding, partiendo de campañas reales y los propios proyectos de los participantes. Pero todo esto del taller de financiación colectiva abierta y las cosas que suelen surgir durante su desarrollo merece post a parte, otro día :)

Volvemos inspirados y con las pilas puestas tras participar en el encuentro de experiencias de innovación social que ha organizado esta semana Zzzinc junto a la Fundación Zaragoza Conocimiento en eTopia, donde tuvimos oportunidad de explicar los principios y avances de Goteo, además de llevar a cabo un taller sobre financiación colectiva abierta que también nos ha dejado un muy buen sabor de boca. En Destrucción Creativa (título que hace referencia al concepto desarrollado por Schumpeter para explicar cómo las innovaciones de los emprendedores activan el crecimiento económico sostenido a largo plazo, pese a que pueda destruir por el camino el valor de otras compañías o dinámicas ya establecidas) se han dado cita iniciativas e ideas que nos parecen fundamentales para conocer e implicarse en este ámbito que emerge fusionando sectores y generando alternativas, e intervenciones con algunas claves que queremos recuperar en este post (atención: con alta densidad de links :)

De la intervención inaugural de Juan Freire nos quedamos con la idea de cómo las innovaciones en tecnología o empresa se deben considerar hoy día englobadas en un campo mucho mayor como es el de la innovación social, impulsada por personas y comunidades locales o digitales para generar bienes comunes. Entre muchos otros, lo explicó basándose en ejemplos como las interacciones y acciones geolocalizadas que permiten Open Street Map o Ushahidi, los laboratorios creativos autogestionados como The Cable Factory, el Banco Común de Conocimientos que Platoniq (entidad impulsora de Goteo) ha venido desarrollando en los últimos años, o la gestación de soluciones y procesos que afrontan problemas por y para la gente en las ciudades de modo no planificado sino distribuido. Todo ello, eso sí, sin dejar de perder de vista la necesidad de que esas experiencias y muchas otras reviertan en el aprendizaje, que converjan en procesos de educación formal pero también en el espacio público, en el prototipado, en el emprendizaje, como proponen en Teamblabs.