Queremos conocer, potenciar y explorar las ventajas y contradicciones de toda una red de nuevos proyectos que utilizan Internet para visibilizarse y desarrollarse de manera sostenible y para el bien común. Canal de economía social, por Pau Llop y Goteo.org
El momento de las apps culturales basadas en dominio público
Por María Velasco
Empezó en 2008 siendo un punto de acceso único a objetos digitalizados procedentes de archivos, museos, bibliotecas y colecciones audiovisuales europeas. Actualmente Europeana, la principal fuente de patrimonio europeo online, cuenta con más de 40 millones de contenidos en su gigantesca biblioteca digital.
El camino para que se pueda acceder de forma abierta a todos estos contenidos ha sido laborioso. Aparte de recabar fondos de miles de instituciones y organizaciones de todo el continente, han sido necesarios muchos esfuerzos para crear un modelo único de metadatos con el fin de mejorar las búsquedas y la contextualización de cara a los usuarios.
También, como cuenta la directora ejecutiva de Europeana, Jill Cousins, se ha trabajado mucho para conseguir que todos los objetos que acoge el portal tengan una etiqueta de propiedad intelectual, ya sea copyright o licencias libres que permiten copiar, distribuir, hacer obras derivadas o un uso comercial de esos contenidos. “La propiedad intelectual ha sido un reto. Europeana tiene en cuenta las leyes, pero también se está trabajando para que haya más excepciones. Buscamos un equilibrio”, ha indicado Cousins.
Así, han trabajado mucho con bibliotecas y museos, principalmente, para que incorporen licencias abiertas y de ese modo las empresas y sectores creativos puedan desarrollar aplicaciones con copias de ese material. “Muchas de las instituciones culturales han estado muy preocupadas por ceder sus obras a través de licencias abiertas y que otros generen unos usos que podrían haber hecho ellos para obtener ingresos, tienen miedo de perder potencial”, recuerda.
En este sentido, subraya: “La experiencia de abrir el material acorde con la ley ha sido muy positiva. Instituciones como elRijksmuseum o la Biblioteca Nacional de Reino Unido han abierto sus contenidos y ha habido colectivos que han producido con su material. Las instituciones han ganado, porque la gente ha seguido comprando del catálogo y han obtenido una reputación masiva”. Además, Cousins defiende que todos los materiales educativos tengan una licencia abierta.
Fuente: Europeana
Liberar contenidos con un fin
Pero, ¿para qué proveer a los usuarios de todo este contenido digitalizado? Los promotores de Europeana, cuyo portal ha sido financiado por la Comisión Europea mientras que la digitalización de contenidos ha corrido a cargo de los Estados miembros de la UE, quisieron que tuviera un auténtico uso por parte de la ciudadanía, los alumnos o las empresas.
De esa intención, en 2013, se puso en marcha Europeana Creative (eCreative) un proyecto europeo ligado a Europeana para posibilitar y promover que las industrias creativas reutilicen todo este patrimonio cultural. En este contexto ha surgido una API (interfaz de programación de aplicaciones) que ya va por su segunda versión y que permite aprovechar los tesoros que alberga el portal.
Europeana ha implicado en eCreative a 26 organizaciones de 14 países europeos, que desempeñan actividades en diversos campos con el objetivo de desarrollar aplicaciones piloto en los campos del diseño, el turismo, la educación y las redes sociales. Entre estos colaboradores se encuentra Platoniq, la asociación de desarrolladores de cultura abierta e innovadores sociales basada en Palma de Mallorca. Han sido los encargados de aplicar las metodologías que facilitan la reutilización de los materiales del portal, dotar de un valor a los contenidos liberados y han formado a hackers, periodistas y agentes culturales que no suelen trabajar directamente con datos, según ha explicado el cofundador de Platoniq, Olivier Schulbaum.
“Una vez las instituciones liberan datos, hay que asegurarse de encontrar un canal en el que haya agentes creativos que hagan un buen uso y que desarrollen aplicaciones útiles. Nosotros conectamos los contenidos con esas personas”, señala Schulbaum, quien indica que han definido un marco sobre la reutilización de contenidos que ahora puede replicar cualquier otra organización. Asimismo se aseguran de que los proveedores facilitan contenidos que son aptos para el consumo en móviles, que se puedan compartir y que cuenten con los derechos de propiedad intelectual para ello.
Europeana ha cobrado vida con eCreative
A lo largo de estos 30 meses han surgido varias iniciativas que ya están online y de las cuales Europeana está recibiendo feedback de los usuarios para saber qué recursos añadir y cómo mejorar la usabilidad. SonHistoriana, una web con contenidos abiertos para aprender historia; Europeana Kids, un juego educativo que combina los clásicos juegos de memoria de encontrar parejas con un test para comprobar el conocimiento del jugador sobre historia natural o un juego de aventura que tiene lugar en dos museos de Berlín y en una isla secreta cercana a la Antártida, también relacionado con la historia natural.
Fuente: Europeana Labs
“Hay más aplicaciones en desarrollo. Estamos empezando a conectar a diseñadores y programadores y a dar un acceso sencillo a la posibilidad de crear apps”, cuenta Enric Senabre, también de Platoniq, que ha colaborado en varios retos (challenges, en inglés) con participantes de varias disciplinas que ya han experimentado creativamente con los contenidos de Europeana. Es el caso del #CultJam15 de Barcelona, celebrado este 2015, en el que se buscaba prototipar aplicaciones y 3D con contenidos digitales del patrimonio cultural europeo.
“Europeana se apoya en laboratorios como el nuestro, organizamos talleres en los que enseñamos la metodología”, manifiesta Olivier Schulbaum, “es importante porque los agentes locales somos una puerta. Ojalá que todas las instituciones que ponen sus contenidos online pudieran saber qué parte de sus colecciones interesan a las industrias creativas”. En este sentido, el cofundador de Platoniq ha explicado que instan a aprender alrededor del patrimonio liberado y, por ejemplo, a probar directamente en una escuela primaria con una aplicación qué es lo que interesa tener.
Ahora que eCreative ha llegado a su fin, el proyecto continúa con la plataforma de experimentación y galería de casos Europeana Labs . En el caso de Platoniq, que cuenta con la plataforma de crowdfunding con ADN abierto Goteo, van a intentar conectar el mundo de la microfinanciación colectiva con las ideas.
“Si alguien tiene una idea para crear una app y quiere, por ejemplo, hacer un hackatón, queremos que pueda pedir recursos monetarios para cubrir los gastos y otras características más adelante. Es una especie de incubadora de ideas ‘crowd’ con un marco y una metodología que funciona de forma más ágil”, sentencia Schulbaum y manifiesta que el principal fin es que “se multipliquen los beneficios para los ciudadanos”. “Hablamos de instituciones públicas que se financian con dinero público”, subraya.
Europeana Labs - what are they and why use them de Europeana en Vimeo.EuropeanaVimeo
“Meterse” en un cuadro
El primer proyecto con el que Europeana y Platoniq están probando la financiación a través de crowdfunding es VanGo Yourself (aquí la dirección de la campaña en Goteo). Es una web muy sencilla en la que los usuarios pueden encontrar por ahora unas 90 imágenes de obras de arte, principalmente cuadros clásicos, escoger una, recrearla, hacerse una foto y compartirla (se muestra junto a la pintura original) en las redes sociales y en la propia web de VanGo Yourself.
Una de las promotoras de este proyecto, Jane Finnis, de la organización Culture24, explica el origen de la página: “Cuando la gente visita lugares tiene una conexión emocional con ellos. Cuando pensamos en este proyecto imaginamos que cualquier pueblo puede tener pinturas famosas, monumentos, y esos son los elementos que recreas en tu visita desde una mirada personal. Quisimos probar a conectar emocionalmente a las personas con las obras y además online”.
El primer piloto del proyecto, puesto en marcha por Culture24 como una “prueba de concepto”, hace un tiempo que es accesible. Se trata de una web responsive orientada a móviles y tabletas y también tiene una parte física, ya que Culture24 está trabajando para que los museos hagan actividades por su cuenta alrededor de la idea de VanGo Yourself.
También están intentando darse a conocer a través de las redes sociales y de la prensa; uno de los hitos del proyecto fue aparecer en una portada de la BBC en el día de los museos del Reino Unido. Sin embargo, Finnis destaca que VanGo Yourself, “no va de que la gente entre en la página y la vea, o de conseguir artículos de prensa”, sino de que los usuarios recreen pinturas “de forma efectiva” y de intentar que disfruten la aplicación.
La campaña de crowdfunding que están empezando servirá para continuar financiando el proyecto, y así poder apoyar a museos y a otras organizaciones que no están en Europeana que quieren aprovechar la idea de VanGo Yourself, entre las que hay instituciones interesadas de Estados Unidos y Nueva Zelanda, entre otros países. Finnis remacha que participar en Europeana, el primer proyecto europeo para Culture24, ha sido una experiencia “brillante” al poder “trabajar en una idea que la gente adora” y que hace a los museos “pensar diferente para conectar con sus audiencias”.
Por María Velasco
Empezó en 2008 siendo un punto de acceso único a objetos digitalizados procedentes de archivos, museos, bibliotecas y colecciones audiovisuales europeas. Actualmente Europeana, la principal fuente de patrimonio europeo online, cuenta con más de 40 millones de contenidos en su gigantesca biblioteca digital.