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Aprendiendo del crowdfunding (II): financiación colectiva en periodismo, impulso de nuevas etapas y proyectos

Por María Velasco María Velasco

“Nos faltan ideas empresariales, no periodísticas”. Así verbalizaba el director de Fronterad, Alfonso Armada, en una entrevista del periodista Pau Llop en Colaboratorio que uno de los principales retos es conseguir que los proyectos periodísticos sean sostenibles económicamente.

Aunque ya había experiencias en España, desde hace algo más de dos años han proliferado de forma más intensiva nuevos medios independientes de los grandes grupos de comunicación y de las formas de gestión tradicionales. En diversos casos se han formado por el impulso de periodistas que han pasado por un ERE como el de Público o más recientemente El País.

Son medios que monetizan sus contenidos a través de distintas fórmulas como suscripciones, muros de pago, contenidos periódicos en papel, donaciones, campañas de crowdfunding, etc. Y en algunos casos incluso fórmulas sostenibles como se explicaba recientemente en este caso desde eldiario.es, haciendo importantes e interesantes ejercicios de transparencia. Algunos de estos medios, además, presentan formas de organización poco vistas hasta ahora como cooperativas, fundaciones o asociaciones.

A menudo son redacciones pequeñas que, o bien cubren la actualidad de forma inmediata, bien dan una visión más meditada de la actualidad. En muchos casos, cuentan con colaboradores que contribuyen a estos puntos de vista más reflexivos.

Nuevos medios independientes

Como destacó en Bottup el profesor de la Universidad Carlos III, Raúl Magallón, estos medios “reivindican el periodismo como servicio público, libre de intereses empresariales y políticos, comprometido, independiente y respetuoso con el lector”. Además, “la tecnología les ha permitido que, con unos costes relativamente pequeños, periodistas que comparten intereses comunes puedan lanzar un medio especializado”.

El autor de La riqueza de las redes y catedrático de Harvard, Yochai Benkler, apunta que Internet como tecnología y la economía de la información en red como un modelo de producción social y cultural, “prometen el surgimiento de la plataforma alternativa sustancial para la esfera pública” (Benkler, 2006: 177), lo cual es un propósito implícito en muchas de las nuevas iniciativas periodísticas.

En este artículo se recogen algunas experiencias de campañas de crowdfunding en la plataforma Goteo por las que diversos impulsores han conseguido fondos para poner en marcha un proyecto (el caso de Fixmedia.org); para mantenerlo o ampliarlo (Diagonal y GnuPG); o poder llevar a cabo reportajes muy concretos (Cara y cruz de las multinacionales españolas en América Latina).

No son los únicos, también se ha ayudado a financiar un libro sobre periodistas fallecidos y desaparecidos con No se mata la verdad matando periodistas; reportajes escritos y fotográficos sobre la realidad de Haití cuatro años después del terremoto o a crear el semanario digital Vía 52.

Apoyo al periodismo de datos

Aparte, en Goteo también hay espacio para proyectos e iniciativas dedicadas exclusivamente al periodismo de datos. Es el caso de la aplicación web España en llamas, de la Fundación Ciudadana Civio iniciado por el ingeniero de Telecomunicaciones con experiencia en desarrollo de visualizaciones de datos y aplicaciones móviles Juan Elosua y realizado en colaboración con This is Visual. Obtuvo más de 6.000 euros para tratar su base de datos, crear un widget para búsquedas, llevar a cabo investigaciones, etc.

Esta herramienta permite “visualizar y navegar por datos inéditos de todos los incendios forestales de 100 hectáreas o más ocurridos en España entre 2001 y 2011, poniendo en contexto los fuegos que ocurren en la actualidad”.

Así, el periodista Marcos García Rey, el ingeniero informático y estudiante de periodismo Hugo Garrido y Juan Elosua pudieron tratar con mayor profundidad, y después de un trabajo de nueve meses, los datos que estaban dispersos por diversos organismos y tener una visión más próxima a la realidad gracias al trabajo exhaustivo con la información.

Por otra parte, en mayo de 2013, Goteo concedió sendos premios a dos proyectos que participaron en el hackathon de las I Jornadas de Periodismo de Datos y Open Data organizadas por la OKFN España.

En dicha convocatoria, como otro ejemplo del dinamismo y nuevas fórmulas de periodismo “bottom-up”, se seleccionaron los proyectos“¿Cómo se malgastan las subvenciones agrícolas europeas?” y “Vidas contadas” (un trabajo que contextualiza la memoria histórica de los fusilados, desaparecidos y represaliados de la Guerra civil y el Franquismo) que fueron premiados en base a su “potencial impacto social”.

Fixmedia.org, herramienta para mejorar las noticias

El primer proyecto periodístico que consiguió financiarse en Goteo, hace casi dos años, fue Fixmedia.org. Es una web en la que los usuarios pueden reportar errores que detectan en noticias de los medios de comunicación de masas: titular engañoso, datos incorrectos, falta de fuentes, etc.

Inspirado en Mediabugs.org, ofrece la posibilidad de que cualquier persona pueda decir si está de acuerdo o no con los argumentos del reporte y debatirlos. Su objetivo, como ellos mismos anunciaban, es “ser un primer paso decisivo en la mejora del periodismo a través de la inteligencia colectiva”.

Fixmedia.org pretende, con dos clics, reducir la frustración del usuario si un medio no atiende a los comentarios de la noticia en los que los lectores avisen de errores u ocultación de hechos en el texto o si los comentarios en un blog están cerrados.

GnuPG, una herramienta libre para asegurar las comunicaciones

El proyecto Gnu Privacy Guard (GnuPG) buscaba hacer más accesible su software libre que protege del posible espionaje a mails, archivos y aplicaciones, a través de la campaña en Goteo.

Entre otros, demandaban donaciones para renovar su web; una nueva versión del software (GnuPG 2.1); acceso Tor a la web de modo anónimo; una web descargable para todo tipo de dispositivos; un nuevo servidor; guías y vídeos para usar el programa y la creación de una plataforma de apoyo para futuras donaciones.

Como revelan, GnuPG pretende que la seguridad de las comunicaciones y la necesidad de privacidad lleguen a públicos más generalistas, de modo que un usuario no experto en tecnología pueda acceder a estas ventajas.

Diagonal, nueve años de periodismo independiente

Diagonal es un medio de comunicación crítico e independiente, que existe desde 2005 y edita un periódico quincenal, una página web que se actualiza a diario y libros de forma ocasional.

Funciona de forma horizontal, es decir, sin directores ni jefes, y se caracteriza por hacer lo que ellos denominan como “periodismo situado”, es decir, sus redactores se posicionan ante lo que están contando y tratan de explicar “de manera honesta” los hechos que presencian y por qué los cubren. Actualmente el colectivo editor de Diagonal está formado por unas 50 personas, 11 de las cuales están empleadas y, además, por otros colectivos autónomos en comunidades como Aragón, Cantabria o Andalucía.

Iniciaron la campaña de crowdfunding por una bajada “significativa” de sus ingresos, conseguidos fundamentalmente a través de las suscripciones, pero también de publicidad y venta directa. Su objetivo era hacer sostenible el proyecto y afrontar los gastos corrientes así como aumentar la cooperación con “otros medios, colectivos y personas” y abordar un nuevo modelo comunicativo.

Cara y cruz de las multinacionales españolas en América Latina

La periodista freelance que reside en Sao Paulo (Brasil), Nazaret Castro, lanzó una campaña de crowdfunding con el apoyo de Fronterad llamada Cara y cruz de las multinacionales españolas en América Latina.

El objetivo era cubrir los gastos de cuatro reportajes sobre la situación de las multinacionales españolas en América Latina: hablar con todas las partes implicadas; comprobar sobre el terreno cuál es la situación en cinco países latinoamericanos; comprobar las denuncias de los movimientos sociales y analizar las posibles alternativas a la Inversión Extranjera Directa.

Nazaret Castro cree que “el periodismo independiente requiere fuentes de financiación independientes”, por lo que la recaudación mediante crowdfunding le permite “salvaguardar” un espacio de producción periodística “de calidad”.

Incidencia del crowdfunding en los proyectos periodísticos

Los impulsores de cada proyecto tenían diferentes motivaciones para hacer una campaña de crowdfunding. Como ha contado Pau Llop, de Fixmedia.org, su equipo tenía varias iniciativas en marcha, y pensaron que esta funcionalidad podría cuajar en una campaña de financiación para cubrir al menos una parte del proyecto.

“Fue una experiencia, aprendí muchísimo y mis compañeros también. Preparar la campaña no fue tanto problema, nos motivó para desarrollar todavía mejor el proyecto, ya que hicimos unos mockups navegables”, ha indicado Llop.

Según manifiesta Nazaret Castro, que financió sus reportajes por América Latina para Fronterad, está “sorprendida (gratamente) de que el crowdfunding esté funcionando tan bien, y especialmente en España”.

A su juicio, la principal ventaja es conseguir el presupuesto suficiente para hacer una investigación concienzuda. Critica que las tarifas “bajísimas” que pagan los medios de comunicación a los freelances como ella les obliga a “hacer un periodismo de baja calidad”. “Por 30 o 50 euros por un artículo, no es mucho lo que se puede hacer ni el tiempo que se puede dedicar”, señala Castro, quien ve el crowdfunding “como un oasis en medio del desierto”, facilita hacer “un buen trabajo” y el “único compromiso es con los lectores”.

Sin embargo, para Castro, esta forma de financiación puede ser una solución “esporádica” para llevar a cabo una investigación pero no una “solución al periodismo”. En este sentido, indica que es un camino para que los periodistas vuelvan a rendir cuentas a los lectores y estos adquieran el compromiso de buscar “información buena”.

Para Marta G. Franco, periodista de Diagonal la lógica de este tipo de financiación en periodimo es favorecer la existencia de “medios independientes”, ya que “hacer periodismo cuesta dinero”. Indica que las donaciones ya existían antes de que se usara la palabra “crowdfunding”. Por ejemplo, en Diagonal siempre han funcionado mediante suscripciones.

El impulsor de Información Sensible, el periodista Daniel Montero, también considera la microfinanciación como una “alternativa puntual” que no debe “suplantar los métodos de financiación tradicionales”.

Lo ve como una solución para que un medio tenga, por ejemplo, un redactor dedicado un año entero a un tema de interés general. A nivel particular, en el caso de un periodista de investigación o un corresponsal independiente, cree que puede ser muy beneficioso aunque “te hace subir un peldaño en el nivel de exigencia” ya que al tener el apoyo de múltiples financiadores, hay que actuar “con un plus de responsabilidad profesional”.

Planteamiento y comunicación de la campaña

Dependiendo de los objetivos de cada iniciativa se plantearon procesos diversos. Para su investigación de las multinacionales españolas, Nazaret Castro pensó que era “básico” tener un “buen vídeo” donde se explique el proyecto. Ella recurrió a la Cooperativa SUB de Buenos Aires, un colectivo de fotografía y audiovisual, con la que realizó un vídeo de dos minutos en el que explicaba quién es, qué quería hacer y por qué se podía apoyarla. “Creo que es clave tener muy clara no solo la idea, sino cómo explicarla, y comprometerse a algo muy concreto”, comenta.

Después Castro difundió por mail, redes sociales y también con el boca a boca, ya que considera la difusión como “otra manera de involucrarse en un proyecto”. Además, ella contó con el apoyo de Fronterad, que ya tiene una comunidad de lectores fieles que “confiaron en el proyecto por la revista que estaba detrás”.

La redacción de Diagonal, que planteó pedir un mínimo de 50.000 euros, no quiso lanzar la campaña de repente por ser un proyecto ya consolidado y porque querían contar a sus suscriptores que la situación económica no estaba bien. Primero establecieron las cantidades; fue menos de lo que necesitaban, pero lo suficiente para cubrir deudas, tener algo de liquidez, “estar más tranquilas y trabajar mejor”, ha señalado Marta G. Franco.

Así hicieron una precampaña bajo el lema SOS Diagonal -que se mantendría después-, con diversas acciones, como una foto en la que las personas formaron las letras del SOS en la plaza de Cabestreros (Madrid) e informaron de la campaña a los colectivos más afines antes de empezar. Así pidieron a ciertas personas afines al proyecto que pusieran dinero el primer día, ya que el arranque suele ser uno de los momentos clave.

Durante los 80 días continuaron con su actividad habitual de publicación de noticias pero también lanzaron materiales “para distintos públicos”, de humor, más emocionales y otros “más racionales” como vídeos, imágenes varias con el ovillo -imagen de la campaña-, el “Ahora o nunca”, etc. En Twitter jugaron con la actualidad, comunicando todo el tiempo. La redactora de Diagonal destaca que la acción que tuvo más viralidad fue la publicación de fotos de Ada Colau, un miembro de Calle 13 y de David Fernández con el periódico en la mano. Además, en diciembre hicieron una jornada de apoyo en el Mercado de San Fernando.

Aunque reconoce que ha sido un error de Diagonal no haber recurrido a los medios convencionales para dar a conocer la campaña, han probado a llegar a personas que no conocían el periódico. “Hemos salido en algunos medios como Carne Cruda, participado en charlas... Hay mucha más gente que sabe más cómo es Diagonal, un periódico asambleario, sin partidos políticos detrás y gente que no se había planteado suscribirse lo ha hecho”.

Los miembros de Fixmedia.org han aprendido, después de ver otras campañas, que los gastos adicionales que se generan para comunicar el proyecto -como el vídeo de presentación- se tienen que incluir en las necesidades, como un gasto más.

Para la difusión de su campaña, Pau Llop cuenta que se apoyaron en Bottup, una red de periodismo abierto formada por unos 2.500 periodistas ciudadanos en todo el mundo que impulsan y revela que “muchos apoyaron la campaña”. También abrieron perfiles específicos en las redes sociales y un blog donde informaban de cómo iba la nueva web, que también volcaron en el blog del proyecto en Goteo.

Sam Tuke, de GnuPG, explica en un post de su página las razones de por qué lanzaron el proyecto con Goteo, con los beneficios y puntos a mejorar, bajo su punto de vista. En cuanto a comunicación, Tuke apunta como positiva la difusión de los proyectos que lleva a cabo la plataforma en las redes sociales y que elementos como el muro con fotos de cofinanciadores aporta “reconocimiento público”.

Apertura del periodismo en los proyectos financiados

Fixmedia.org pasó de largo la cantidad que solicitaban de mínimo de 5.725 euros, y 170 personas les ayudaron a obtener 8.357 euros (un 145%) de una forma muy repartida, ya que hubo numerosas contribuciones en casi todas las franjas y tres mecenas.

Según cuenta Pau Llop, el apoyo al proyecto fue masivo, sobre todo al principio y al final de la campaña. Como una de las recompensas era probar la herramienta, los test de usuarios les ayudaron “muchísimo” a mejorar Fixmedia.org, además de poder aprender sobre usabilidad y experiencia de usuario. “Creo que es un ejemplo clarísimo de cómo una comunidad interesada en un proyecto acaba reconfigurando y cambiando la idea inicial y hace que los proyectos sean mucho mejores”, remata.

El equipo también liberó el código de la herramienta, que está subido en el repositorio y forja de software libre GitHub y en la actualidad tienen dos propuestas para replicarlo, una, más avanzada en Brasil y otra en Guatemala, que quiere adaptar Fixmedia para hacer un análisis desde la perspectiva de género.

Sin embargo, en España hace bastante tiempo que la herramienta no se utiliza, según afirma Llop, quien indica que el presupuesto para coordinar y mover Fixmedia se terminó hace tiempo. “Es uno de los problemas de las campañas de crowdfunding, normalmente son proyectos sin ánimo de lucro, sin un modelo de negocio de sostenibilidad definida. Cuando se acaba el dinero de la campaña, si ha cogido bastante tracción por sí mismo, puede sobrevivir o puede salir un modelo de negocio”, manifiesta.

Sobre qué ha aportado Fixmedia, Llop apunta que “hay una corriente de periodistas jóvenes y no tan jóvenes que quieren salir del periodismo tradicional” y este proyecto ha sido “una aportación más” que ha servido para “ahondar en la importancia de construir una información de calidad fiscalizada por el ciudadano”. “Al fin y al cabo, lo que queremos hacer con los políticos también se puede hacer con el periodismo”, sentencia.

SOS Diagonal, medio que está hecho con Drupal y publica sus contenidos con licencia Creative Commons by-SA, solicitaba una financiación mínima de 50.000 euros y óptima de 69.000 euros, pero finalmente sus 1.471 cofinanciadores aportaron 70.821 euros, es decir, un 141%. Marta G. Franco apunta que el sistema de retornos colectivos es una forma de pedir dinero con honestidad: “Si te pido dinero es porque voy a compartir contigo”.

Y sentencia que en la actualidad no se puede ser sostenible si un medio no comparte contenidos con licencia Creative Commons. En este sentido señala que compartir y reutilizar contenidos de otros medios, bajo las lógicas de cooperación en red, ayuda a la sostenibilidad y que Diagonal está conversando con otro medio para llegar a acuerdos en temas de logística, distribución o gestión de la publicidad.

En este sentido, el impulsor de Información Sensible, Dani Montero, argumenta: “A los periodistas se nos olvida que nosotros no somos los propietarios del derecho a la información, sino los depositarios. El propietario es el ciudadano, el lector. Y desde esa perspectiva se hace difícilmente entendible que le digas a un señor que solo puede ejercer su derecho desde un determinado medio porque ese profesional o esa empresa se considera propietaria de datos o informaciones que son de interés general”.

Nazaret Castro, junto a Fronterad, pedía 4.000 euros de mínimo y 8.000 de óptimo, obteniendo finalmente 4.828 euros. De los cuatro reportajes que se comprometió a publicar, todos bajo licencia Creative Commons by-SA, ya ha publicado tres, Grandeza y miserias del río Magdalena, La luz que no llega a los “barrios subnormales” y El modelo del modelo: las represas al sur de Chile.

Como ha indicado Castro, con el dinero obtenido con la campaña pudo costear dos viajes: uno de un mes a Colombia y otro de 15 días a Chile. Los reportajes son el resultado de lo que investigaron en esos viajes y también de un amplio trabajo de documentación para dar una panorámica regional. Además, durante los meses que pasaron desde el fin de la campaña (junio de 2013) hasta la publicación del primer reportaje (noviembre), Castro fue publicando en su blog en Fronterad una especie de cuaderno de bitácora de los viajes y de las impresiones sobre lo que fue leyendo y documentando. El fotógrafo Jheisson López, que se sumó a última hora al proyecto, sumó “muchísimo al resultado final”, como cuenta Castro.

GnuPG obtuvo el récord de recaudación en menos de 24 horas, ya que sobrepasaron tanto el mínimo que pedían (21.655 euros) como el máximo (24.000 euros). Al final de la campaña contaban con un 171% de la cantidad solicitada: 37.113 euros. Este proyecto comulga, también, con la cultura de lo abierto, ya que tienen previsto publicar un manual de uso de su software con licencia CC by-SA y el propio código fuente de GnuPG 2.1 es código abierto, con la licencia general de GNU General Public License.

A juicio de Sam Tuke la apertura fue uno de los puntos fuertes para que lanzaran su campaña en la plataforma Goteo: “Es único sobre sus competidores porque está enfocado en el trabajo colaborativo y en recompensas para todos, y en lo que concierte a las licencias copyleft, practican lo que predican”.

Plataformas de crowdfunding que financian periodismo

Según el informe 2013 de la Asociación de Periodistas de Madrid, desde 2008 se han creado en España 108 medios, de los cuales 49 se financian con publicidad y patrocinio, 13 a través de micromecenazgo, 10 con venta de ejemplares, 14 son agencias de comunicación y publicidad, 10 no tienen ánimo de lucro y se financian de promotores y los 12 restantes no tienen una forma de financiación definida en el estudio.

Otro dato significativo, proporcionado por Infoadex, es que en 2012 la inversión real estimada en medios convencionales descendió un 15,8% respecto al año anterior.

Según indica Benkler en The wealth of networks, los mercados de los medios de comunicación basados en publicidad “no son buenos mecanismos” para asegurar que los contenidos que ofrecen sean “un buen reflejo de la información que necesitan los ciudadanos como miembros de una forma de gobierno, de las opiniones y puntos de vista que deberían mantener ocupado al público y de las posibles soluciones para esos problemas que se perciben y debaten” (Benkler, 2006: 203).

Los nuevos proyectos periodísticos están en búsqueda de mecanismos diferentes de financiación, es por ello que desde hace unos años están surgiendo plataformas especializadas en todo el mundo para financiar iniciativas a través de micromecenazgo.

Una de las primeras fue Spot.us, una organización sin ánimo de lucro que nació en 2008 con ayuda de la Knight Foundation -tres años después fue adquirida por American Public Media- con el objetivo de que el público ayude a periodistas y salas de redacción.

Después han ido surgiendo nuevas plataformas. Ejemplos son Contributoria, apoyada por Guardian Media Group en Reino Unido; en Italia Pubblico Bene; en Francia J’aime l’info; en Estados Unidos la plataforma para videoperiodistas Vourno o la más reciente Beacon; en Canadá GoJournalism y en Australia YoucommNews y Newsmodo.

También se han empleado plataformas más generalistas para financiar medios de comunicación, como fue el caso del medio español Acuerdo, que consiguió 55.000 euros en Kickstarter; el medio estadounidense sobre tecnología y ciencia, Matter, consiguió 36.000 euros en 38 horas y un total de 101.000 euros o el caso del diario digital holandés De Correspondent, que logró un millón de euros en ocho días para su lanzamiento.

En España, Información Sensible nació como idea hace tres años, después como un medio de comunicación -cuyos contenidos tienen licencia Creative Commons- y desde septiembre de 2013 funciona como plataforma de crowdfunding. Desde entonces han ayudado a financiar una veintena de proyectos, según ha revelado su fundador, Daniel Montero.

“Hay que hacer entender a la gente que en el mundo del todo gratis también hay que pagar por un periodismo de calidad, y que el retorno colectivo que eso tiene es una riqueza difícil de cuantificar en una sociedad como la nuestra, pero completamente necesario”, asiente, contundente.

Ahora en Información Sensible trabajan tres personas, aunque como afirma Montero, la apuesta “todavía es deficitaria, y persigue un equilibrio entre los costes de mantenimiento y que las personas sin acceso a los grandes medios puedan financiar sus propios reportajes y dar salida a sus proyectos”.

Bibliografía:

Asociación de la Prensa de Madrid (2013). “Informe Anual de la Profesión Periodística 2013”.

Benkler, Yochai (2006). The Wealth of Networks - How Social Production Transforms Markets and Freedom.

Por María Velasco María Velasco

“Nos faltan ideas empresariales, no periodísticas”. Así verbalizaba el director de Fronterad, Alfonso Armada, en una entrevista del periodista Pau Llop en Colaboratorio que uno de los principales retos es conseguir que los proyectos periodísticos sean sostenibles económicamente.