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Por qué el macho alfa no existe

El macho alfa. El líder. Ambicioso y competitivo. Agresivo y dominante. Es el héroe en las películas y la imagen del político y el empresario perfecto que consigue hacer cosas.

El concepto del macho alfa está copiado en teoría de la naturaleza. En una manada de lobos, el macho dominante es quien toma las decisiones y somete a los demás por la fuerza. Es una idea atractiva, especialmente para los hombres en posiciones de poder. Tiene un problema: es falsa.

El científico que introdujo el concepto del macho alfa es un científico de la universidad de Minnesota llamado David Mech, un experto mundial en lobos. En su libro de 1968 hablaba del lobo alfa, el que conseguía imponerse a los demás lobos de la manada peleando y venciéndolos uno a uno.

El propio Mech abandonó esta idea hace más de veinte años. Lo que ocurría es que los estudios se realizaban con lobos en cautividad, donde las peleas eran constantes. Sin embargo, después de estudiar a los lobos en libertad descubrieron que las manadas no eran ejércitos, sino familias.

El líder no era un macho agresivo, sino el padre del resto de los lobos, que guiaban a un grupo y trabajaban en equipo, machos y hembras. A pesar de los esfuerzos de David Mech para desmentir y actualizar sus propias ideas, el mito se mantiene.

Pero ¿qué ocurre con los seres humanos? En las tribus primitivas, ¿no era el macho más fuerte y agresivo el jefe que dominaba a los demás?

Algunos primates como los babuinos son jerárquicos y competitivos. Están peleando constantemente y los machos dominantes se quedan con la comida y con las hembras. Sin embargo, expertos antropólogos como Michael Tomasello han llegado a la conclusión de que los humanos sobrevivimos de modo diferente: gracias nuestra capacidad para cooperar. 

Hace un millón y medio de años algo cambió para nuestros ancestros y la comida empezó a escasear. Los grupos que cooperaban para cazar y recolectar, y después repartían la comida, sobrevivieron. Los machos agresivos y solitarios murieron de hambre.

Pero, un momento, los hombres dominantes y agresivos son más atractivos para las mujeres ¿no?

Los estudios indican que las mujeres se sienten atraídas por hombres altos, fuertes, dominantes y agresivos , porque indican mayores posibilidades de sobrevivir. Pero también se ha comprobado que las relaciones más satisfactorias, íntimas y duraderas son aquellas más igualitarias , en las que no hay dominación.

El macho alfa, por mucho que algunos se empeñen, no es más que un mito.