El equipo de Arqueoantro, el grupo especializado conformado por arqueólogos y antropólogos, ha acabado el proceso de exhumación de la fosa 114 del cementerio de Paterna. Se trata, por el momento, de la mayor fosa de la represión franquista exhumada en el territorio valenciano (la fosa 126 del mismo recinto cementerial contiene una cantidad similar, entre 180 y 190 víctimas).
El director de la asociación Arqueoantro, Miguel Mezquida, valora muy positivamente el resultado del trabajo. “Calculábamos un máximo de 180 cuerpos y hemos localizado 176”, explica en declaraciones a elDiario.es.
“Han salido, tal como esperábamos, las cinco sacas de mayo y junio de 1940 y, en este caso, los cuerpos no estaban saponificados como pensábamos en un primer momento”, agrega Mezquida.
La fosa ya ha sido tapada y los trabajos han acabado incluso antes de la fecha prevista. El equipo de Arqueoantro ha llevado a cabo los trabajos en paralelo a diferentes proyectos tanto en Paterna (una fosa del cuadro dos y la fosa 21) como en el Mas de Collet y el Mas de la Tosca de Baix (Castelló), la fosa común de Griegos (Teruel), las de Cúllar y Nigüelas (Granada), la prospección del cementerio de Gandia, además de los estudios de laboratorio.
Los cuerpos exhumados presentan evidencias de muerte violenta. Se trata de republicanos fusilados en aplicación de la sentencia dictada tras un consejo de guerra y trasladados desde la cárcel para su ejecución en los aledaños del cementerio en diferentes tandas: el 9 de mayo, el 20 de mayo, el 25 de mayo, el 14 de junio y el 28 de junio de 1940. Los ejecutados eran posteriormente arrojados a la fosa, en forma de pozo de dos metros por dos metros con seis metros de profundidad.
Tras el final de los trabajos a pie de fosa quedan pendientes los estudios antropológicos forenses y los cotejos genéticos de cada una de las víctimas. La asociación de víctimas, presidida por Carmen Contretas, ha localizado a casi medio centenar de descendientes de los fusilados.