Teyoland, la gran superficie de muebles y complementos que abrió en Valencia para competir contra Ikea, agoniza. Cerró en noviembre de 2013, apenas seis meses después de su lanzamiento, y aunque la intención de la nueva dirección era abrir a principios de 2014, ese momento parece, a día de hoy, lejano.
De hecho, Feria Valencia ha presentado una demanda de desahucio contra Teyoland, ubicada en uno de sus pabellones, por impago. Debe, según la institución, cuatro meses de alquiler, más de 300.000 euros. Mientras, la compañía valenciana ha solicitado el preconcurso de acreedores, una figura jurídica que sirve para blindarse temporalmente en el juzgado ante las reclamaciones de los proveedores a los que se debe dinero.
Teyoland, que se presentó como la alternativa nacional a Ikea, que abre sus puertas en Alfafar (Valencia) este mismo año, no cuajó. Su oferta de precios, producto y experiencia de compra no sedujo, a la vista del cierre, a los clientes. De poco ha servido que casi todo su catálogo sea de productos españoles, básicamente valencianos. La falta de dinero o músculo financiero tampoco ha ayudado, aunque algunas fuentes, según Levante-EMV, aseguran que se han invertido cerca de 5 millones de euros en la iniciativa.
Los accionistas apartaron al fundador y rostro visible del proyecto, José Ignacio Tello, de la dirección de la compañía. Ésta, en el momento del cierre, que dejó a 200 trabajadores en la calle, se mostraba optimista: Adelantaba la reapertura en el primer trimestre de 2014 para “mejorar el servicio y la configuración de nuestras instalaciones, así como ofrecer una mayor gama de productos y precios más competitivos”. De momento, parece difícil que sea así.