Cómo actuar ante una sospecha de pinchazo: Sanidad elabora un protocolo de actuación frente a la sumisión química
La Conselleria de Sanidad ha remitido a los departamentos de salud el nuevo protocolo de actuación del personal sanitario frente a sospechas de sumisión química -administración de sustancias químicas con efectos psicoactivos a una persona, sin su consentimiento y sin su conocimiento, con fines delictivos, con el fin de modificar su estado de consciencia, su comportamiento o anular su voluntad-, que incluye la posibilidad de pinchazos e inoculación de sustancias químicas. Se trata de un documento que se suma y complementa al publicado en 2019 dirigido a la atención integral, sanitaria y judicial a víctimas de agresiones sexuales de la Comunitat Valenciana.
El protocolo pretende establecer el procedimiento coordinado de actuación entre profesionales sanitarios, medicina forense de los institutos de medicina legal y ciencias forenses, los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado y el resto de entidades implicadas en la atención de las personas que son susceptibles de ser víctimas de un delito por drogas de sumisión química. En cuanto al ámbito de actuación, nos encontramos con los puntos de asistencia ambulatorios, los servicios hospitalarios y los servicios de emergencia extrahospitalarios.
Se busca poder proporcionar una respuesta protocolarizadas y multidisciplinar, tanto en el ámbito clínico como en el forense. Por ello, se implanta un procedimiento de actuación “normalizado y homogéneo para la detección clínica y atención de la sospecha de sumisión química, que incorpora los aspectos médico-legales, de manera que la intervención médica asistencial y, si procede, la intervención de medicina forense sea lo más precoz posible e independientede la formulación previa de la denuncia por parte de la víctima.
El nuevo documento establece que se deberá informar a la víctima de la conveniencia de formalizar denuncia para continuar el proceso judicial, incluso “en el caso de únicamente haber recibido un pinchazo sin clínica de ningún tipo, ya que este también es un delito penal”.
Síntomatología asociada a la sumisión química
Los síntomas descritos en el documento asociados a la sumisión química son: amnesia completa o parcial; parálisis sin pérdida de conocimiento; pérdida de conocimiento o desmayo, habla pastosa, alteraciones visuales; somnolencia; confusión; resaca desproporcionada o síntomas no consistentes con el consumo recordado; desinhibición; agitación o alucinaciones; alteraciones del juicio; mareo o vértigo; alteraciones de la motricidad o del equilibrio; y náuseas o vómitos.
Ante la sospecha de agresión sexual, apunta a la necesidad de una exploración física con recogida de muestras en presencia de un médico forense, así como la activación del 'Protocolo de atención integral, sanitaria y judicial a víctimas de agresiones sexuales de la Comunitat Valenciana'.
En caso de dudas sobre sumisión química, se recogerán muestras “de forma sistemática y lo antes posible” para un estudio toxicológico: “Se debe garantizar la trazabilidad, autenticidad e integridad” de las primeras muestras recogidas en el centro médico donde se realizó la primera asistencia sanitaria (orina, sangre, cabello...), así como su conservación y custodia. En el caso de que se confirme el diagnóstico de sumisión química, se deberá comunicar al juzgado de guardia.
Delitos contra la libertad sexual
En los casos de sumisión química, explica el protocolo, los más frecuentes son los delitos contra la libertad sexual, “en su mayoría, las víctimas son mujeres, y las más vulnerables son las más jóvenes (menores de 30 años)”. “En los últimos años, este fenómeno ha adquirido una notable relevancia por el incremento de los casos y su importante repercusión social y sanitaria”, explican.
Entre las sustancias descritas en los casos de sumisión química, el documento relata que se han descrito más de 30 tipos, siendo los más habituales el alcohol etílico y los hipnóticos benzodiacepínicos o no nezodiacepínicos (zolpidem, zopiclona). Otros destacados son el Gammahidroxibutirato (GHB), metanol, opioides, cannabinoides, ketamina, cocaína, derivados anfetamínicos, LSD, alfa-pvp, atropina, burundanga o escopolamina y disolventes.
Aumento de denuncias
El departamento autonómico de Sanidad anunció la elaboración de este protocolo específico tras los casos denunciados en las últimas semanas en la Comunitat Valenciana -los últimos, una decena de casos este mismo lunes en Dénia-. El Colegio de Enfermería ya reclamó a la Conselleria que acelerara este documento ante el “alarmante aumento” de denuncias de pinchazos y la concentración en el mes de agosto de fiestas populares y festivales en las que se producen aglomeraciones de jóvenes.
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