Russafa Escènica, el festival de otoño abierto a la ciudad
El céntrico y popular barrio de Ruzafa vuelve abrir sus puertas para convertirse en un gigantesco escaparate escénico y punto de encuentro de las artes plásticas con las escénicas. Una iniciativa social pionera que que ocupa espacios privados, como oficinas, viviendas particulares, galerías de arte, comercios, piscinas y librerías… para transformarlos en espacios de representación en cada una de sus ediciones.
Un festival que ha marcado un antes y un después en la forma de gestionar los festivales escénicos a nivel nacional, una iniciativa que ha servido de modelo a otros formatos y festivales similares, de nuestra ciudad y fuera de ella como ejemplo de “buen hacer” gracias a su horizontalidad, innovación, transparencia, fidelización de público y calidad de sus propuestas. Un festival que reabre el debate sobre la reapropiación y gestión de los espacios públicos y privados por parte de la ciudadanía donde cada uno se expresa como quiere, con quien quiere, en el idioma que quiere y junto a quien quiere.
Un festival en continuo movimiento y transformación que se caracteriza por mezclar propuestas de corta duración, (Viveros), de larga duración (Bosques), y una producción propia con actores y bailarines de todas las escuelas de arte dramático de la ciudad, (Invernadero). Propuestas que se estrenan durante el festival pero que posteriormente nutren de programación a teatros locales y nacionales. Un festival que se hace en un barrio, que cuenta con el apoyo de los principales agentes del barrio, y que, tomando el nombre del barrio, se abre a cualquiera que se acerque.
Hasta el 7 de octubre
Barrio de Ruzafa, Valencia.
http://russafaescenica.com/
El céntrico y popular barrio de Ruzafa vuelve abrir sus puertas para convertirse en un gigantesco escaparate escénico y punto de encuentro de las artes plásticas con las escénicas. Una iniciativa social pionera que que ocupa espacios privados, como oficinas, viviendas particulares, galerías de arte, comercios, piscinas y librerías… para transformarlos en espacios de representación en cada una de sus ediciones.
Un festival que ha marcado un antes y un después en la forma de gestionar los festivales escénicos a nivel nacional, una iniciativa que ha servido de modelo a otros formatos y festivales similares, de nuestra ciudad y fuera de ella como ejemplo de “buen hacer” gracias a su horizontalidad, innovación, transparencia, fidelización de público y calidad de sus propuestas. Un festival que reabre el debate sobre la reapropiación y gestión de los espacios públicos y privados por parte de la ciudadanía donde cada uno se expresa como quiere, con quien quiere, en el idioma que quiere y junto a quien quiere.