Alberto Fabra se ha alejado 100 kilómetros de la capital valenciana en el día en que la Policía ha entrado por orden judicial a la sede de RTVV para echar a los trabajadores que mantenían la emisión a pesar del cierre perpetrado por el Gobierno valenciano.
El presidente de la Generalitat se ha llevado a todos los miembros del Gobierno lejos de donde Valencia, donde habitualmente se celebra el pleno del Consell. En esta ocasión, ha tenido lugar en la localidad de Ibi. En el momento en el que los agentes de la Policía Nacional obligaban al cierre de la televisión pública, Fabra tenía prevista en agenda la inauguración del Museo Valenciano del Juguete.
Fabra ha sido recibido en Ibi con abucheos y gritos de “dimisión”.
Los periodistas han plantado al Gobierno regional como protesta por la decisión de cerrar la televisión pública. En la la habitual rueda de prensa posterior al pleno, no había periodistas y estaba solo el portavoz del Gobierno.