El alcalde puede tardar 10 años en ser juzgado por el incendio de Cullera
O la Generalitat acelera la investigación administrativa por el incendio que arrasó la montaña de Cullera, o la depuración de responsabilidades del siniestro denunciado por EU y Compromís ante la Fiscalía puede ser eterna. Un incendio exactamente igual en Náquera, que arrasó 2.5 hectáreas de bosque protegido en la Sierra Calderona, será juzgado en 2016, 10 años después de que se produjera.
En octubre de 2006, en las fiestas patronales de Náquera, el ayuntamiento no renunció a disparar fuegos artificiales pese a que Generalitat había decretado el nivel 3 de preemergencia por el riesgo de incendios.No importó. El castillo, con base a 500 metros de un paraje protegido, el Parque Natural de la Calderona, arrasó 2,5 hectáreas de terreno.
El ayuntamiento, cuyos responsables alegaron desconocer la prohibición implícita en la alerta dictada por la Generalitat, imputó el incendio a la acción de algún pirómano. La Guardia Civil, que encontró restos de carcasas en la zona quemada, y la Fiscalía, que halló “relación de causa-efecto entre dicho incendio y el castillo pirotécnico”, pensaban de otra manera.
El alcalde y el concejal de fiestas, Vicent Estellés, fueron imputados por un presunto delito ecológico, gracias, entre otras cosas, a que Ecologistas en Acción ejerció la acusación popular. El caso, 10 años después, en junio de 2016, será dilucidado en un juzgado de Paterna. El fiscal, según Las Provincias, pide 9 meses de prisión y una multa de 3.000 euros para el alcalde y el concejal. También considera responsables a los mandos de la pirotécnica.
Mientras, la investigación judicial paró la depuración de responsabilidades por vía administrativa a la espera de la decisión del juez. El desastre de Cullera, de seguir la estela del caso de Náquera, podría quedar impune. Al menos durante 10 años.