Los alcaldes de El Verger, Ximo Coll, y de Els Poblets, Carolina Vives, acusados por Anticorrupción de un presunto delito de cohecho pasivo impropio por saltarse el turno de vacunación el pasado 8 de enero de 2021, han solicitado al juzgado de instrucción número 2 de Dénia el archivo de las diligencias en la causa que desde el pasado mes de julio se sigue contra ellos. Así se lo han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ-CV).
Ahora, según las mismas fuentes la juez ha trasladado esa petición de ambos munícipes al Ministerio Fiscal para que emita un informe sobre la misma.
Ambos ediles, que son matrimonio y se encuentran suspendidos de militancia por el PSPV, el partido por el que se presentaron en las últimas elecciones, se vacunaron a principios del proceso de inmunización contra el coronavirus en un momento en el que las vacunas, aún muy escasas, estaban reservadas a ancianos de residencias y profesionales sanitarios.
El pasado 15 de noviembre, Coll y Vives prestaron declaración ante los juzgados del Palacio de Torrecremada de Dénia. Entonces declinaron revelar el contenido de su comparecencia ante los numerosos periodistas que les esperaban.
La versión de Ximo Coll
No obstante después Coll contó que su defensa seguía apoyándose en el relato que él y la alcaldesa de Els Poblets ofrecieron en un primer momento y en el que muy probablemente han basado ahora su petición ante el juzgado.
Según esa versión, Coll y Vives se encontraban aquel 8 de enero en un bar frente al centro de salud de El Verger cuando la coordinadora del ambulatorio les ofreció vacunarse porque habían sobrado viales. Ambos aceptaron el ofrecimiento y fueron inoculados junto a cinco agentes de la Policía Local saltándose, según el relato de la Fiscalía, el turno que indicaban sus edades y sin que formaran parte de ningún grupo de riesgo o prioritario.
No en balde, el pasado 15 de noviembre también declaró ante el juzgado como testigo la directora del centro de salud de El Verger, que ofreció a los alcaldes esas dosis sobrantes para inmunizar al personal sanitario, así como la coordinadora de Enfermería y el entonces gerente del Departamento de Salud de Dénia, Luis Carretero.
Carretero avaló en parte las tesis de los dos alcaldes investigados al subrayar que en aquella época “había protocolos distintos a los que luego se establecieron”. También dijo Carretero que a la hora de decir qué hacer con las dosis sobrantes, “se seguía un criterio clínico, de los profesionales que había allí, que decidían qué personas eran las que en aquel momento” se les ofrecía la vacunación.
El otro caso en Dénia
Este no fue el único caso en la Marina Alta de vacunaciones VIP. También se saltó el turno la exconcejala socialista de Dénia, Cristina Morera que, a diferencia de los munícipes del Verger y Els Poblets, presentó su dimisión como teniente de alcalde y edil cuando se hizo pública esta circunstancia. También a diferencia de los dos alcaldes, Morera nunca fue imputada.