Ximo Puig, líder del PSPV-PSOE, puede ser el próximo presidente de la Generalitat a pesar del PSPV-PSOE de Valencia ciudad, que sigue en caída libre y ha encendido todas las alarmas en el partido.
Los socialistas de la capital han perdido 30.000 votos entre las municipales de 2011 y las de 2015 (de 86.000 a 57.000) y han perdido sufragios respecto su anterior suelo histórico, las europeas de 2014. Entonces, tuvieron un apoyo del 16%. El día del batacazo de Rita Barberá, de apenas el 14%.
No sólo han sido arrasados por Compromís, que casi dobla sus concejales (9 contra 5) sino que son la cuarta fuerza política, por detrás del PP, los valencianistas de Joan Ribó e incluso Ciudadanos. “Un desastre sin paliativos”, confiesa un dirigente local del PSPV.
Los problemas vienen del lejos y preocupan al PSPV. Valencia ciudad, por ejemplo, tiene un 30% de votantes más que toda la provincia de Castellón. “Con un agujero negro de estas dimensiones a lo máximo que podemos aspirar es a un liderazgo débil en la política valenciana, como ahora el de Puig”.
Calabuig, el PSPV y la naftalina
¿Cuál es el problema? “Falta de conexión con las clases medias urbanas”, dice Joan Calabuig, el candidato a alcalde que se tendrá que conformar con apoyar a Ribó. El propio liderazgo de Calabuig, discutido internamente. O lo anticuado del partido, muy identificado con la vieja política, el bipartidismo y las luchas de poder para seguir en el machito, algo que en las ciudades grandes se castigaría más que en los municipios pequeños.
“Olemos tanto a naftalina que hasta Ribó, que tiene 67 años y lleva décadas en política, parece moderno a nuestro lado”, dice otro cargo socialista. “Hemos hecho una campaña sin alma y la oposición a Rita Barberá [en la alcaldía desde 1991] no ha tenido nervio, ha sido mucho peor que la de Compromís e incluso Esquerra Unida”.
El problema precupa aunque de momento no ocupa al partido, centrado en formar el nuevo gobierno valenciano y en poner a Puig al frente. Pero es grave. El PSOE, en las municipales de Valencia provincia, ha obtenido una media del 24% de votos. 10 puntos más que en el cap i casal, donde la lista autonómica –Puig se presentaba por Castellón- tampoco ha brillado: apenas ha mejorado los resultados de la municipal. Parece que el problema del PSOE en la ciudad más grande de la autonomía no es sólo Calabuig.