Los portavoces municipales de Guanyar Alacant y Compromís, Miguel Ángel Pavón y Natxo Bellido, respectivamente, han acudido en la mañana de este viernes a la Fiscalía Anticorrupción de Alicante para aportar sus versiones sobre la aseveración formulada por la regidora no adscrita Nerea Belmonte –realizada una semana después de que su abstención en el pleno de investidura diera la alcaldía al PP- en la que aseguraba que le habrían llegado a ofrecer un sueldo de 3.500 euros y su inclusión en una lista municipal en 2019 y que esta oferta, en ningún caso, había llegado desde el PP.
La denuncia posterior promovida por dos vecinos de la ciudad que forman parte de Podemos, José Luís Valdés y Francisco García, llevó esta supuesta compra del voto de la que fuera concejala de Podemos ante fiscalía, cuyo titular de Anticorrupción, Felipe Briones, decidió abrir diligencias. La primera en acudir en calidad de testigo fue la propia Belmonte para dejar entrever, según reveló el diario Información, que fue el exsenador del PSOE Ángel Franco el que le hizo la oferta, acusación que él posteriormente negó.
Este martes, y tras recibir sendas llamadas telefónicas de Briones, se han presentado en la fiscalía Pavón y Bellido, también en calidad de testigos. Ambos han negado la mayor. Ni Guanyar ni Compromís ofrecieron un sueldo a Nerea Belmonte a cambio de su decisivo voto, el número 15 que debía dejar en manos del PSOE la alcaldía alicantina.
El primero, como explicó en una entrevista para eldiariocv.es, ha trasladado al fiscal que la formación que encabeza no podía “garantizarle un sueldo”, aunque sí podían “apoyar” su “propuesta normativa que abre esa posibilidad”, es decir, la modificación del Reglamento Orgánico de Pleno (ROP), según recoge Europa Press. En concreto, ha especificado que se habían comprometido a cambiar el ROP antes de agosto de este año “a fin de favorecer la democracia participativa, la transparencia y la restitución de los derechos de los concejales no adscritos”.
Mientras, el portavoz de Compromís Natxo Bellido ha declarado posteriormente a los medios que le ha comentado a Briones “lo mismo que hemos repetido desde el primer día, que la posición de Compromís era que el debate de Belmonte sobre sus derechos políticos y económicos podía ser legítimo –ha avanzado- pero que si ese debate lo quería llevar a la votación de investidura se convertía en debate ilegítimo y nosotros no íbamos a entrar ahí, que eso nunca podía ser una condición para su voto”.