Varios furgones policiales tomaron literalmente el campo de fútbol del Calpe CF durante la noche de este viernes en el marco de una operación desarrollada a causa de la situación irregular en la que, según la investigación, se encontrarían en el país varios jugadores del club, de origen paraguayo. En total, y según fuentes policiales, se habría arrestado a 14 personas, 10 de ellas a causa de la Ley de Extranjería y otras 4 por favorecer la inmigración ilegal.
Los agentes interrogaron y retuvieron a los miembros del primer equipo en las instalaciones, que también registraron. Después, trasladaron a los futbolistas cuyos papeles supuestamente no se encuentran en regla así como al presidente de la entidad, Luciano Marziano, hasta la Comisaría de Benidorm, que es la que ha impulsado la redada.
En la operación también se personó un secretario judicial procedente de Dénia, ya que es un juzgado de esta última ciudad el que lleva las diligencias. La policía investiga si se ha producido una falsificación de las fichas de los jugadores, que no tendrían legalizada su situación ni estarían en posesión de contrato de trabajo.
El acceso al campo quedó restringido y el equipo de la primera plantilla al completo permaneció durante algún tiempo sin poder salir de las instalaciones. Fue pues una noche muy tensa en el entorno de la sede social del Calpe, literalmente cercada por al menos cinco vehículos de la Policía así como por una veintena de agentes.
La operación ha causado una honda conmoción en Calp. No en balde, se ha producido en plena crisis por la situación del Calpe CF, de categoría Preferente, después de que el ayuntamiento, gestionado por PP e independientes, haya decidido romper el convenio que mantenía con el club según decisión de la concejala de Deportes, la popular Ana Sala. Ahora, la propia continuidad deportiva del equipo en lo que queda de temporada queda más que en entredicho.