El PP valenciano insiste en su ofensiva contra Casado y ataca a su hombre en Alicante por aspirar a dos cargos

El nuevo frente abierto en el Partido Popular de Isabel Bonig contra el liderazgo nacional de Pablo Casado pasa por cuestionar a su peón principal en Alicante, César Sánchez, quien encabeza la lista por la provincia al Congreso de los Diputados y aspira a continuar como presidente de la Diputación provincial.

La número 2 de los populares en la Comunitat, Eva Ortiz, ha afirmado este martes a su salida de la Junta de Portavoces de les Corts que “Sánchez sabe y todo el mundo sabe que cuando llegue el momento tendrá que decidir, porque así marcan los estatutos, si quiere ir a la Diputación de Alicante o al Congreso de los Diputados”.

La mano derecha de Bonig, segunda en la lista autonómica por Alicante por detrás de José Ciscar, ha insistido a preguntas de los periodistas que no debería haber “excepciones, a no ser que lo diga el Comité Ejecutivo Nacional” donde precisamente César Sánchez ostenta la secretaria de Transparencia.

El artículo 10 de los estatutos del PP deja bien claro que “la condición de Diputado al Congreso o al Parlamento Europeo es incompatible con el desempeño de cargos de Presidente o Secretario General Insular, Provincial o Autonómico del Partido y con los de Alcalde de municipios superiores a 20.000 habitantes, Presidente de Diputación Provincial, Consell o Cabildo Insular”.

Pero Sánchez no es el único hombre de Casado en la provincia de Alicante que aspira a dos cargos de relevancia. La sorpresa llegaba a finales de la semana pasada cuando se corroboraba que el PP nacional había apostado por el ilicitano Pablo Ruz para encabezar la lista al Senado por la provincia. Rápidamente, desde el partido se apresuraron en confirmar que esta designación no era incompatible con su candidatura a la alcaldía de Elche

No lo era, al menos, en los estatutos, que dictan que la cámara alta se puede compaginar con la corporación local, otra cosa es que Ruz haya incurrido en contradicción al haber criticado a Mireia Mollà, de Compromís, que fuera diputada autonómica y concejala y ahora él, con toda probabilidad, deberá trabajar para dos administraciones diferentes.

De momento, César Sánchez ha optado por no hacer declaraciones al respecto. Su apoyo a Casado –tras inclinarse en un primer momento por la derrotada Dolores de Cospedal- conllevó el enfrentamiento directo con la cúpula del PP regional, proclive como defendió Ortiz, por Soraya Sáenz de Santamaría.

Al final ganó el de Palencia y desde entonces el partido de Bonig está tratando de marcar la pauta. Ya lo hizo, por ejemplo, con el vicepresidente de la Diputación de Alicante, Alejandro Morant, afín a Casado, a quien anunció un expediente disciplinario –que finalmente cerró sin sanción- por sus declaraciones xenófobas en las que abogaba por “deportaciones masivas” de inmigrantes

Más tarde llegarían las presiones de Eva Ortiz para que Emilio Bascuñana no repitiera como alcalde de Orihuela, del que pesa un expediente de Conselleria por haber cobrado durante seis años de la dirección territorial de Sanidad de Alicante pese a no haber acudido a su puesto de trabajo, pero las buenas relaciones del regidor con Casado -y sobre todo con Teodoro García Egea- le han llevado de nuevo al número uno de la lista.

En este sentido, y de cara a los diferentes comicios, Casado volvió a imponer su criterio cuando incluyó a César Sánchez como único valenciano en su comité de campaña. La tensión ha continuado con la confección de las listas y tiene visos de continuar.