Sin ser una prioridad, el equipo de gobierno de Alcoi se muestra decidido a volver a intentar lo que de momento se está convirtiendo en una misión imposible: Despojar a Federico Trillo del título de Hijo Adoptivo de la ciudad. Para ello, el gobierno socialista ha aceptado un ruego de Guanyar que consistiría en modificar el actual reglamento municipal de distinciones y honores, el cual no contempla un mecanismo para retirar títulos como el que posee el exministro de Defensa desde finales de marzo del año 2000 a propuesta del entonces alcalde socialista Josep Sanus.
Con esta nueva estrategia serían ya cuatro las intentonas del consistorio (2009, 2013 y 2017). La última fue frenada recientemente a instancias de la secretaria municipal que tomó como buenas las alegaciones del que fuera embajador en Londres para conservar el título. Y es que, bajo amenazas de presentar acciones legales, Trillo ha esgrimido que los motivos que se esgrimen, como es su responsabilidad en la catástrofe del Yak 42 en 2003 que se saldó con 62 militares españoles muertos, no son suficientes.
“Hasta ahora no se han dado las circunstancias que especifica el reglamento para retirar el honor como por ejemplo, una sentencia judicial que deshornara el nombre de la ciudad”, afirma Jordi Martínez, portavoz del gobierno. Y es que si bien los tribunales han absuelto a Trillo, el Consejo de Estado sí que ha reconocido la responsabilidad del Ministerio de Defensa que él dirigía.
Martínez recuerda que lo que suele pasar en otros municipios es que el Hijo Adoptivo suele renunciar si la mayoría del consistorio se muestra partidario de ello, como es el caso de Alcoi, con todos los grupos políticos a favor a excepción del PP.
Por ello, el Ayuntamiento de la provincia alicantina se va hacer valer de un gabinete externo para que el nuevo reglamento no tenga ningún resquicio legal. El actual data de 1976, recuerda Estefanía Blanes, portavoz de Guanyar, formación que ha solicitado retomar la petición no solo para el caso de Trillo, sino para cualquier otro en general.
Es decir, que es del periodo franquista –los Ayuntamientos democráticos echaron a andar en 1977-. “Con el vigente ni se marcan los criterios objetivos para dar esas distinciones no cómo retirarlos”, aduce. Esto explica la polémica que generó el nombramiento de Trillo como Hijo Adoptivo hace 18 años. Entonces los socios del gobierno local liderado por el PSPV, Esquerra Unida y Nova Esquerra, votaron en contra al entender que “formar parte de una filà de los Moros y Cristianos no es algo que merezca un reconocimiento especial”. Después del suceso del Yak 42, Trillo no ha vuelto a pisar Alcoi en fiestas.
Ante la pregunta de si la ciudad alcoyana dejará de tener pronto al expresidente del Congreso de los Diputados como Hijo Adoptivo, Blanes espera que para antes de que finalice el mandato de 2019 sea una realidad. El portavoz del gobierno se muestra más cauto: “Sin tratarse de una cuestión urgente, la verdad es que lo vemos complicado”.