Àngela Ballester (Bellreguard, 1980) comenzó sus andanzas en Podemos como miembro en el Consejo Ciudadano, el primer organismo de toma de decisiones de la formación morada. Dos procesos internos después, en los que la organización ha decidido qué quiere ser, la diputada en el Congreso se ha ido apartando del núcleo de la formación y encabeza la única candidatura alternativa a la lista de Pablo Iglesias para las primarias 'exprés' que decidirán los puestos de Podemos en las elecciones generales.
¿Qué quiere representar la candidatura “El país que podemos”?
Pensamos que en este momento en el que está la organización es importante tener en cuenta los territorios. Es importante tener en cuenta que llevamos muchos años construyendo organización y eso ha dado unos resultados, como tener gente en los gobiernos, en las instituciones, en los ayuntamientos… Aquí somos el territorio que más órganos municipales tiene, más red en el territorio… Y eso lo tenemos que poner en valor ante un proceso de primarias que por su aceleración da poca oportunidad de participar a los territorios.
Convocar unas primarias tan rápido, sin una cita electoral clara, viniendo de las andaluzas y con los plazos tan ajustados, si tenemos en cuenta que no hay convocatoria de elecciones... ¿Ha sido precipitado?
Es verdad que había algunos rumores sobre que Pedro Sánchez podría convocar elecciones inmediatamentes y teníamos que estar preparados. En eso estoy de acuerdo, hay que estar preparados, pero prepararse puede tener dos sentidos: tener una lista cuanto antes o tener una lista mejor, unas candidaturas mejores, para afrontar unas elecciones generales que van a ser fundamentales. Se convocó el proceso de primarias muy aceleradamente cuando veníamos de cerrar las candidaturas de las autonómicas y en plena campaña de las andaluzas. Esto ha hecho que seamos la única candidatura alternativa a la de Pablo Iglesias porque no ha dado tiempo a que en cada territorio se pudiesen organizar a nivel estatal. Nosotros fuimos rápido y eso da cuenta de la organización que tenemos: muy rápida, muy viva, muy participativa. Eso ha resultado, para nuestra sorpresa, que seamos la única alternativa.
¿Cree que puede afectar a las corrientes de oposición interna o a las voces críticas en otros territorios?
Creo que puede afectar a la participación. Es verdad que la gente participa mucho en los procesos de Podemos y es algo reseñable, pero con estos tiempos tan cortos… a la gente le cuesta ver bien las candidaturas, hacer debates, valorar a los candidatos y candidatas… Creo que nos debilita.
En algunos medios se refieren a ustedes como la vía federalista. ¿Creen que representa lo que son o al menos una parte?
No es todo lo que somos, pero sí parte de lo que somos. Hay un debate en la organización que no es nuevo sobre cómo se tienen que tomar las decisiones en Podemos y cómo tenemos que funcionar como organización. Al principio la mayoría coincidimos en que el modelo tenía que ser centralizado, donde las decisiones las tomaba un equipo muy reducido porque había que correr para las elecciones generales. Yo defendí aquel modelo, pero es verdad que habiendo hecho mucho trabajo territorial y habiendo cambiado de ciclo seríamos una organización más fuerte sin contásemos con la gente que está sobre el terreno. No solo las direcciones autonómicas, no es una cosa de direcciones autonómicas sobre dirección estatal, de querer decidir unos sobre otros... Es que hay una red municipal de gente que trabaja en el día a día, codo con codo con sus vecinos, que sabe qué representamos para la ciudadanía y con procesos de este tipo o una toma de decisiones muy centralizada se pierde ese potencial y la fuerza que ahora tenemos.
¿Cree que quienes tengan una sensibilidad parecida, aún siendo de otros territorios, apoyarán su candidatura?
He recibido muchos mensajes de otros secretarios generales que me envían ánimos y dicen que cuente con su apoyo. No sé en qué se traducirá, pero aunque nos presentamos solo por las circunscripciones valencianas representamos un sentir que no es exclusivo de los valencianos, sino que es general y mayoritario en algunos territorios.
¿Y eso puede articular una corriente crítica?
Más que crítica, diría constructiva, sobre un modo de hacer las cosas. Podemos recoger apoyos de otras partes del territorio, aunque con estos tiempos tan cortos la participación se va a resentir... Pero creo que representamos que en el seno de Podemos hay quien cree que hay otra forma de hacer las cosas. No teníamos la intención de ser el referente de esa posición, pero mucha gente nos lo reconoce.
Es una opinión, pero se entiende que al construir un partido nuevo de forma muy rápida se quiera tener mayor control sobre las listas y las decisiones se tomen en un núcleo reducido para no encontrarse sorpresas. Sin embargo, reclamar más protagonismo de las direcciones territoriales es un grito desde el primer Vistalegre. ¿Ha cambiado algo en este sentido?
Sí, han cambiado cosas. También por la correlación de fuerzas. Antes la fuerza que tenían las organizaciones territoriales no era la misma de ahora. Pero tienen que seguir cambiando muchas cosas. Territorios como Asturias o Andalucía aprobaron en sus últimas asambleas ciudadanas documentos que dicen que la circunscripción para elegir a los candidatos y candidatas al Congreso no puede ser estatal y tienen que ser autonómicas o provinciales. Eso no está en el documento de Vistalegre II, que es el que tiene que regir la organización ahora. Ha cambiado, pero tendría que cambiar más.
Si hay un tercer Vistalegre, las organizaciones territoriales podrían acudir con más fuerza...
Como no sabemos cuándo podría ser, ni cómo serían los debates de la organización... Pero es un sentir general, no como una simple correlación de fuerzas o pugna por la toma de decisiones, sino una apuesta por la descentralización y federalización, en opinión de la candidatura a la que represento, significa aprovechar los recursos que tenemos porque se pueden desperdiciar. Es el trabajo de mucha gente, de muchos años, que corre el riesgo de perderse.
De seguir así, ¿corre la organización el riesgo de volverse demasiado centralista? ¿Tiene el partido demasiado peso en las decisiones autonómicas?
Esa era la otra fase, el primer ciclo. Creo que esto lo veremos en las elecciones autonómicas. Podemos nació con un objetivo; lo llamamos asaltar los cielos en su momento. No los hemos asaltado, pero hemos estado cerca y de la nada nos convertimos en la tercera fuerza en el Congreso. En mi opinión, y aquí no hablo por la candidatura, creo que el modelo Vistalegre I era el que necesitábamos en ese momento; luego hemos tenido un Vistalegre II que podría haber sido más descentralizador, de alguna manera más democratizador... Pero lo podemos ir cambiando progresivamente.
Usted ha sido una voz bastante crítica con el modelo de Podemos. ¿Le ha pasado factura en el Congreso?
Es normal que después de un proceso de asamblea ciudadana las posiciones se ajusten a los resultados de esa asamblea. Yo estaba en la dirección del grupo parlamentario y luego no lo he estado, como estaba en el Consejo Ciudadano y luego no lo he estado, pero lo entiendo como un proceso normal.
Se articularon como una voz valenciana y plural, pero hay algunas ausencias, también valencianas, que destacan. ¿Por qué no han estado Héctor Illueca, Rita Bosaho o los 'pablistas' en su candidatura?
Nos hubiese gustado que la propuesta fuese de todos y contase con todas las partes de la organización. Ellos tomaron la decisión de tener su propia lista y cuando vimos que no había posibilidad de acuerdo pensamos que no podíamos dejar de poner en valor lo que nuestra organización representa y el trabajo de toda esa gente que ha sacado nuestra organización adelante. Hay una lista de Pablo Iglesias y después hay mucha gente que no se siente representada por esa lista ni por la forma en la que se ha llevado este proceso. Si no tuviésemos organización y fuerza en el territorio, a lo mejor sería hasta lógico. Pero como la tenemos y tenemos mucha gente con fuerza y ganas de participar hemos decidido dar este paso. Nos hubiese gustado estar todos a una, plantear una propuesta que nos representase a todos, poner en valor los equipos que han trabajado hasta ahora, pero no ha podido ser así. Todos los espacios que no están representados en la lista de Pablo -Iglesias- están representados en 'El país que Podem'.
En la rueda de prensa en la que presentaron la candidatura señalaron que la valenciana es la comunidad que más ha participado en los procesos. ¿Se ven con posibilidad de quedar en los puestos de salida?
Eso nos ha dado fuerza para presentar la candidatura. El sistema es muy complejo, la gente vota de formas distintas.. y lo tendremos que ver, pero es nuestra intención.
Viendo los resultados en los últimos procesos parece que este sistema beneficia a las caras más conocidas.
Beneficia a las opciones mayoritarias.
¿Ser el territorio que más participa debe dar legitimidad para tener una voz propia?
Creo que sí. Propia pero coordinada. No dejamos de ser una organización estatal y nuestra fuerza está también en eso. Si aquí tenemos una organización fuerte que defiende los intereses de los valencianos y valencianas es también porque hay una organización estatal que tiene un proyecto de país y quiere cambiar el sistema. Somos de las comunidades que más participa y la que más estructura territorial tiene, lo comprobamos en las primarias municipales. Hemos hecho un buen trabajo y tenemos que estar orgullosos. Es una candidatura que va a competir con votos pero es una muestra de ese orgullo que sentimos por la organización.
En esta línea de la voz propia... ¿Cuando se convoquen las próximas generales sería factible repetir una candidatura como 'A la valenciana' con Compromís pese a los problemas con el grupo parlamentario?
Eso habrá que verlo. Tenemos una hoja de ruta que es ir a las elecciones generales y representar tanto los intereses de España como de la parte de España que somos, como de los intereses valencianos, vayamos de la mano de con quien vayamos. Creo que fue una buena experiencia, pero el momento político es distinto y tendremos que valorar cómo concurrimos. En todo caso, tenemos una hoja de ruta y no vamos a esperar a nadie, como no lo hicimos en el ámbito autonómico. Invitamos a fuerzas políticas a compartir este camino con nosotros entendiendo que hay objetivos compartidos, pero seguimos adelante.