Los premios de lotería afloran frecuentemente en las investigaciones sobre corrupción. El cuñado de Rita Barberá, principal investigado del 'caso Azud', no es una excepción. El abogado José María Corbín justificó algunas operaciones de adquisición de bienes por un supuesto premio de lotería de una falla de la que ni siquiera es miembro. El fiscal anticorrupción, Pablo Ponce, duda de que a Corbín le tocaran 360.000 euros en la lotería. En un escrito que figura en el sumario del 'caso Azud', el fiscal recuerda que la compra de participaciones de lotería para “luego ser cobradas” es un “mecanismo tradicional del blanqueo de capitales”. José María Corbín adujo que le tocó la lotería de la falla Montortal-Torrefiel de Valencia. Sin embargo “es contrario a la lógica poseer tal cantidad de participaciones y además sin ser de dicha falla”, contesta el representante del Ministerio Público.
Con esos fondos, las sobrinas de Rita Barberá adquirieron tres viviendas. “Lo normal es comprar el piso a su nombre y hacer la donación del piso a las hijas, carece de sentido que sus hijas compren un piso careciendo de medios económicos para ello”, sostiene Ponce.
La Fiscalía considera que el cuñado de Barberá, recientemente nombrada alcaldesa honoraria de Valencia, no ha acreditado que le tocara la lotería. Por el contrario, “lo que se desprende es que su origen es de procedencia delictiva”. En definitiva, Anticorrupción concluye que las operativas de las sobrinas de Rita Barberá están vinculadas al presunto delito de blanqueo de capitales, “siendo además todas ellas clásicas en los procesos de transformación del dinero de procedencia delictiva, utilizando a miembros familiares directos para ocultar el origen y procedencia del dinero, evitando además tener a su nombre diferentes propiedades inmobiliarias”.
Anticorrupción considera que Rita Corbín Barberá, abogada en el despacho de su padre, “conocía el origen delictivo de los bienes”. Además, su conocimiento es “más intenso” dado que es letrada y sabía que los ingresos provenían de “empresas vinculadas contractualmente con el Ayuntamiento”, sin que las pesquisas del caso hayan encontrado evidencias de que Corbín realizara labor jurídica alguna que justificara los pagos.
“Duda más que razonable”, según la jueza
En la misma línea, la instructora de la causa recuerda que el presidente de la falla explicó en su declaración como testigo que tras haber sido agraciados con el premio, varios “representantes de entidades bancarias se interesaron por comprar, mediando su correspondiente prima del 10% o 15%, participaciones de la lotería premiada”. El testigo reconoció que algunos falleros vendieron participaciones premiadas.
Teniendo en cuenta que la familia Corbín pertenece a otra falla (la de Micer Mascó), “realmente surge una duda más que razonable” sobre el posible origen ilícito del dinero. Se trata de un “indicio que debe ser investigado”, indica la titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Valencia en un auto del pasado 19 de julio.
Además, según la magistrada, las hijas de Corbín “no pueden desconocer que, hasta esas fechas, su padre tenía escasos ingresos de su trabajo como abogado”. Por tanto, “no fueron ajenas a una subida de su nivel de vida” una vez el cuñado de Rita Barberá empezó a facturar a grandes empresas adjudicatarias del Ayuntamiento de Valencia por supuestos servicios jurídicos.
A la jueza también le resulta “poco creíble” que Rita Corbín Barberá desconociera que los ingresos de su padre provenían de empresas adjudicatarias del consistorio que gobernaba su tía.