El consejo de administración del Puerto de Valencia aprobará el próximo día 16 de enero el pliego de condiciones para la concesión de la nueva terminal de cruceros contemplada en la polémica nueva ampliación, a la que se opone el Ayuntamiento de Valencia y que es muy cuestionada por medio Gobierno valenciano. La propuesta del presidente de la Autoridad Portuaria, Aurelio Martínez, saldrá adelante sin que los tres consejeros de la Generalitat que tienen su mandato revocado puedan votar, por lo que no podrán mostrar ni expresar su posición sobre la infraestructura.
La Conselleria de Obras Públicas lleva meses con los nuevos nombramientos bloquedados y solo se puso en contacto para negociar con sus socios a dos semanas de que acabara el año. Esto está generando que la Generalitat no tenga voto en las decisiones que se están tomando en el consejo de administración sobre la cuestionada nueva ampliación. Y eso que la Conselleria de Agricultura y Emergencia Climática ha pedido una nueva Declaración de Impacto Ambiental a la que el Ministerio de Fomento se podría abrir si considera que el proyecto se ha modificado sustancialmente respecto a 2007, máxima que niega la APV.
De momento y según expresó la propia Conselleria de Obras Públicas, no hay consenso para los nombramientos pese a que el conseller Arcadi España se había comprometido a llevarlos al pleno del Consell antes de que finalizara 2019. Ha empezado el año y los socios del Pacto del Botánico todavía no se han reunido para el relevo de los consejeros que deben llevar la posición de la administración autonómica a la Autoridad Portuaria de Valencia.
Lo único claro es que los consejeros Vicente Boluda, Josep Vicent Boira e Inmaculada Rodríguez Piñero serán relevados por cargos del Consell y otros perfiles técnicos y que el cuarto, el líder patronal Salvador Navarro, dejará su cargo durante este año.
Mientras los cargos del Gobierno valenciano siguen en interinidad sin poder para votar a favor o en contra, la APV continúa con el proceso administrativo para vestir legalmente la nueva ampliación del puerto de Valencia. Primero fue la preadjudicación a MSC de la terminal norte, que ocupará el actual muelle de cruceros, y el próximo día 16 la concesión de la nueva terminal para la que ha habido que expropiar al Grupo Boluda los antiguos astilleros cerrados desde 2012.
En ese sentido, el pliego que se aprobará la semana que viene fijará los requisitos para la concesionaria, que deberá preservar los antiguos astilleros de Unión Naval de Valencia según marcó el estudio de la Cátedra Demetrio Ribes de la Universitat de València. Como aspirantes pueden estar Baleària, porque desde esa nueva terminal partirán los ferris a las islas y Argel, o cualquier otro operador de cruceros. La Generalitat no dirá su opinión en esta obra estratégica que tampoco tendrá DIA porque entienden en el Puerto que es suficiente con la de 2016.