Ilustrado con una silueta de papel que representa un feto humano, el Arzobispado de València ha cargado contra la proposición de ley que penaliza a los participantes de los piquetes que hostigan a los usuarios de las clínicas abortistas, defendiendo la labor de estos a quienes califica de “ángeles” y “rescatadores”.
En el artículo de cabecera de la revista semanal del arzobispado 'Paraula', el texto carga directamente contra el PSOE que es quien ha presentado la proposición de ley. Así afirma que las cifras son “alarmantes”, ya que las últimas de las que se disponen, las del año 2019, según los datos del Ministerio de Sanidad, se produjeron un total de 99.149 interrupciones de embarazos “esto supone 3.232 abortos más que el año anterior y la cifra más alta desde 2013”, no obstante también es considerablemente inferior al dato de 2011 cuando se marcó un máximo histórico con 118.611.
La proposición de ley establece que “el que hostigue o coarte la libertad de una mujer que pretenda ejercer su derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, promoviendo, favoreciendo, o participando en concentraciones en las proximidades de lugares habilitados para interrumpir embarazos, causando un menoscabo en la libertad o intimidad de esta, será castigado con la pena de prisión de tres meses a un año o de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días”.
No obstante desde este artículo se defiende la labor de estos piquetes apuntando que “a veces, reparten folletos, otras oran frente a las clínicas sin interpelar, si quiera, a quienes acceden a ellas, y en otras ocasiones ofrecen a las mujeres un abanico de información sobre ayuda económica y laboral. Y otras, tan solo un rato de conversación. A todas ellas. Tanto a las que piensan en abortar como a las que ya lo han hecho”.
A pesar de esta defensa la propuesta de ley se hace por las denuncias de acoso tanto contra usuarios como profesionales de las clínicas. Así, estos grupos se ubican a las mismas puertas de los centros y además de repartirse folletos, estos se acompañan de fotos con caras de bebés y pequeños fetos de juguetes, también realizan pintadas con lemas como “Aborto asesinato” o “Aquí se matan niños”; por otro lado se acosa a las usuarias durante varios metros acusándolas de haber cometido un “asesinato”.
En el texto del arzobispado se recogen testimonios no únicamente de participantes de estos piquetes, sino también de testimonios de arrepentimientos de abortos, así como de otras que no llevaron a la práctica esta experiencia.
Otros países como el Reino Unido ya han promulgado leyes similares a la que se prepara en España, prohibiendo estos piquetes a cierta distancia de las clínicas. Por otro lado en Francia incluso se han prohibido las páginas web antiabortistas.