La Audiencia de Valencia ha condenado al exvicealcalde de Valencia y mano derecha de Rita Barberá, Alfonso Grau, a cuatro años de cárcel y a una multa de 25.000 euros por un delito continuado de cohecho y otro de blanqueo de capitales. El tribunal considera probado que el expolítico del Partido Popular recibió regalos de lujo de la empresa Transvia a cambio de contratos públicos en la administración local.
El empresario Urbano Catalán, quien entregó las dádivas a cambio de contratos públicos, ha sido condenado a nueve meses y un día de cárcel por el delito continuado de cohecho.
Esta causa se abrió a finales de 2015, cuando el juzgado recibió una denuncia de la Fiscalía contra ambos procesados. Según el escrito fiscal, Transvia regalaba supuestamente a cambio de contratos relojes de alta gama al exvicealcalde, que el exedil del PP en el consistorio presuntamente cambiaba por otros de precio superior y abonaba la diferencia, sistema que constituiría un blanqueo.
Los investigadores pudieron rastrear esta actuación porque en los relojes figura el número de serie, que pudieron cotejar en el establecimiento donde se hacían los cambios, y así comprobar el proceso.
Entre 2006 y 2015, mercantiles relacionadas con Urbano Catalán firmaron con el Ayuntamiento un total de 16 contratos por un importe aproximado de 2,5 millones de euros. Uno de ellos, una fiesta de personas mayores adjudicado a Transvia por 652.748,55 euros. El resto hacen referencia a adquisiciones de vehículos, servicios de alojamiento y manutención del Certamen Internacional de bandas y otra serie de transportes.
El primer regalo se registró en 2010, cuando Grau adquirió de una conocida joyería de València un reloj de oro por importe de 25.680 euros que fue satisfecho parcialmente mediante la devolución de otro que costaba 13.500 euros y que le fue regalado por el empresario Urbano Catalán y facturado a Viajes Transvia.
Según estima el fiscal, este obsequio se efectuó en atención al cargo de teniente de alcalde y concejal del Ayuntamiento de València que ostentaba en ese momento Grau, por las relaciones comerciales existentes entre las empresas de las que el empresario era apoderado y el consistorio.
Con esta actuación, agrega el ministerio público, Grau compró un reloj nuevo obteniendo un “evidente lucro económico” ya que un reloj que valía 25.680 euros le costó 12.160 gracias al que le había regalado el empresario. Pagó la diferencia en metálico.
Similar operativa se llevó a cabo con el segundo obsequio a finales del año 2011. Catalán compró en la joyería un reloj el mismo día en que la mercantil Transvía recibió la adjudicación del contrato del consistorio de la fiesta de mayores por más de 652.000 euros.
Para ocultar el origen ilícito de este reloj --valorado en 11.575 euros--, Grau, al igual que había hecho anteriormente, lo devolvió y compró otro que le costó 16.825 euros. Pagó 5.250 euros en efectivo. Sobre este último pago, declaró a Hacienda que el dinero lo guardaba en su domicilio.
Para sacar adelante este contrato con Transvía, Grau intervino en las Juntas de Gobierno Local del Ayuntamiento en julio, octubre y noviembre de 2011. En un escrito que presentó Viajes Transvía se hacía constar que los objetos adquiridos a la joyería correspondían a artículos de regalo de empresas que la entidad realiza “según los usos y costumbres”.