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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Auditoria energética a los edificios municipales de Valencia

Con la mirada puesta en conseguir que Valencia se convierta en una ciudad más sostenible y más limpia, el concejal de Cambio Climático, Jordi Peris (València en Comú), quiere terminar con el gasto de más en energía en todos los edificios públicos de la ciudad. Aunque parra ello quiere conocer el grado de “dispendio energético que se produce”. Y de ahí que para conocer la situación impulse una auditoria energética que se pondrá en marcha este jueves en colaboración con la concejalía de Gobierno Interior que dirige Sergi Campillo (Compromís).

Realizada por los propios técnicos municipales que recibirán formación para poder llevarla a cabo, el objetivo es reflejar con ese diagnóstico las políticas de ahorro y de eficiencia que se pueden llevar a cabo para contribuir desde el Ayuntamiento de Valencia a cambiar la mentalidad de los ciudadanos. “Lo que pretendemos con esta iniciativa es introducir los sistemas de gestión eficaces y eficientes para darle una vuelta a la tendencia”, afirma Peris. La auditoria afectará a todos los edificios municipales ya sean dependencias municipales, sedes de organismos, edificios cedidos a asociaciones o oficinas de la policía local.

Esta iniciativa supone el primer paso para el cambio real que quiere llevar adelante el departamento dirigido por el edil de València en Comú. Se trata de contratar el suministro de luz acudiendo al mercado mayorista. La idea es que el sobrante de electricidad de las dependencias municipales se destine de forma directa a proveer luz a aquellas familias que no puedan gozar de ese servicio.

Mapa de la pobreza energética

Para combatir con mayor eficacia el drama de la pobreza energética también se ha encargado un informe a la Universitat Politècnica de València- y en el que colaborarán varios institutos de la universidad y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético- para realizar un mapa de este problema social en Valencia. Con unas 1000 encuestas en los 86 barrios de la ciudad, el trabajo pretende recoger datos primarios que van más allá del concepto clásico ligado a la temperatura o los ingresos del hogar.

El mapa contará con cuatro índices que serán los que determinarán el grado del problema en Valencia. Dichos medidores indicarán los riesgos e impactos económicos, ambientales y sobre la salud mental y la física de la falta de recursos en los hogares para pagar la energía.