El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció la madrugada del 29 de abril, en plena celebración de la victoria en las autonómicas, que Toni Gaspar seguiría al frente de la Diputación de Valencia. Esta declaración del también secretario general del PSPV-PSOE molestó y no poco en los otros resortes de poder orgánico del partido, que entendieron el anuncio como una vulneración de competencias. Máxime cuando los diputados provinciales se eligen tras las municipales y corresponde a la dirección provincial fijar la posición en esta institución, explican desde el entorno del ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos.
Este anuncio de Puig sin aviso, en plena euforia electoral y a un mes de los comicios municipales, fue el principio, pero conforme han avanzado las negociaciones del pacto autonómico y, sobre todo, tras la distribución de las cuotas de poder en el Grupo Parlamentario Socialista se ha roto la pax socialista. Entienden en la dirección provincial del PSPV y en direcciones comarcales que si la ejecutiva “de país” ha ido a la suya en la distribución de cargos institucionales, los sanchistas deben tutelar la elección de los miembros socialistas de la Diputación de Valencia.
Así, en la batalla por la elección de los 13 diputados provinciales por partido judicial no habrá negociación y se jugará a las mayorías dentro del partido. Y ahí, en la dirección provincial -controlada por la secretaria general Mercedes Caballero- y las comarcales, tendrán mucho que decir. Posteriormente, será esa mayoría de diputados la que acabe eligiendo al presidente o presidenta de la Diputación de Valencia.
En ese sentido, la figura de Gaspar no genera un recelo especial entre el abalismo, pero podría ser descabalgado por haber sido propuesto por Puig sin acordarlo con la provincial y las comarcas. Gaspar podría tener como rival en su propio partido judicial a Darío Moreno, casi con seguridad futuro alcalde de Sagunt, y jefe de gabinete de la consellera de Justicia, Gabriela Bravo. La relación entre Gaspar y Moreno es muy buena, pero podría ser una alternativa al alcalde de Faura en caso de conflicto.
Rafa García, quien repetirá como alcalde tras obtener mayoría absoluta en Burjassot, es uno de los preferidos por el sanchismo para liderar la Diputación. El actual diputado de Burjassot, Pepe Ruiz, no repetirá con lo que la entrada de García no damnificaría a nadie. García fue el ariete del sanchismo en las primarias contra Puig y podría convertirse en un verdadero contrapoder institucional al Palau.
Suena también la alcaldesa de Quart de Poblet, Carmen Martínez. Martínez ha vuelto a obtener mayoría absoluta en su municipio y la presidencia de la Diputación de Valencia sería un colofón a su trayectoria política. La alcaldesa de Quart ha dejado la Mesa, pero será portavoz adjunta en las Corts. Es un perfil al que no se opondrían los abalistas, que Puig tampoco vería mal y podría ser candidata de consenso, además de que los socialistas nombrarían a una mujer en una institución tan importante como la provincial. Algo que no sucedió en 2015.