A lo largo de la última década, con la crisis económica de por medio, un número superior a la veintena de compañías aéreas han ido a la quiebra en España. En el aeropuerto valenciano de Manises, un avión Boeing 747 Jumbo espera inmovilizado en las pistas del aeropuerto desde hace una década. Casi como si se tratase del argumento de una película sobre los excesos de la época de la burbuja inmobiliaria, la aeronave fue propiedad de un empresario murciano vinculado a la construcción (Pronain Gestión Inmobiliaria), quien también poseía una empresa de aerotaxis y fue presidente del club de fútbol del municipio de Yecla.
La compañía fue constituida con el empresario Isidoro Romero López como único administrador de Pronair Airlines en octubre de 2006, momento en el que dio comienzo a sus operaciones -durante 2007- con dos aviones MD-87 dedicados al transporte de pasajeros. Romero pretendió seguir el ejemplo de Air Nostrum, propiedad de la familia Serratosa, quienes habían hecho fortuna con una empresa cementera y decidieron alzar el vuelo con los negocios aéreos.
Posteriormente, la flota del empresario se incrementaría con dos aviones B-747 cargueros comprados a la compañía gala Air France, que utilizó para abrir un servicio entre España y China, vía Alemania, con base de operaciones en el aeropuerto valenciano. La crisis y la subida del precio del combustible arrastraron a Pronair a la quiebra y al cese de operaciones.
Según los datos del aeropuerto, el Jumbo, antes de quedar bloqueado, pasó un tiempo en Pakistán debido al fallo de un motor; posteriormente, en China y finalmente, volvió a pasar por Yakarta, donde había sido pintado y puesto a punto. El periplo continuó por Alemania, lugar en donde estaba previsto ser utilizado, hasta que el embargo lo dejó varado en Manises.
La nave, que lleva por nombre “Arca de Torretallada”, fue precintada por la Guardia Civil debido a las deudas de la empresa propietaria, Pronair Airlines, y posteriormente fue subastada por el Juzgado de lo Social número 2 de Santa Cruz de Tenerife. Además de esta nave, en Manises ha llegado a haber “abandonados” cinco Airbus 300 de la compañía Iberia y el Jumbo murciano.