Santiago Calatrava, bajo la amenaza de ser denunciado por la Generalitat por los vicios de construcción del Palau de les Arts, una obra que costó 500 millones de euros, quiere solucionar los problemas del edificio, uno de los coliseos de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.
El polémico arquitecto valenciano ha enviado una carta a la Generalitat solicitando una reunión para buscar soluciones al deterioro de la fachada de la Ópera de Valencia, cerrada al pública desde navidades por los desprendimientos de parte de su fachada, compuesto por trencadís, un revestimiento cerámico.
Calatrava, que reside en Zurich (Suiza), cerró su despacho en Valencia en 2012 una vez cortado el chorro de encargos de la Generalitat. Su trabajo en la Ciudad de las Artes y las Ciencias fue remunerado con 94 millones de euros, 11 de ellos por el Palau de les Arts. La ópera de Valencia cierra ahora 4 meses al año fruto de los recortes.
Cambio total de la fachada
Mientras, el conseller de Economía, Máximo Buch, en su condición de presidente del Consejo de Administración de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, ha asegurado que todo el trencadís que cubre la fachada del Palau de les Arts tendrá que ser reemplazado dado su mal estado.
El trencadís se compone de 20.000 metros cuadrados de pequeñas piezas de cerámica que conforman la fachada del Palau de les Arts, inaugurado hace apenas 8 años, en octubre de 2005. Su reconstrucción, ha apuntado Buch, costará bastante dinero y no menos tiempo, aunque el conseller no ha dado ni cifras ni plazos.
Eso sí, ha dejado claro que serán las empresas que hicieron la obra o Calatrava quienes se deben hacer cargo de los costes. “Esto es un vicio oculto, y los vicios ocultos no los puede asumir el gestor de la instalación”