El caloret Noos hace sudar

Tengo un amigo que nos ha prohibido hacer más bromas sobre la Crida en el grupo de whatsapp que compartimos. No es que sea pepero ni un fallero ofendido, piensa que con esto de tomarnos a chanza la intervención de la alcaldesa le hacemos un flaco favor al valenciano y a la seriedad política en la Comunidad. Yo al principio pensaba que exageraba, pero reconozco que cuando vi a medio barrio bailando “El caloret” versión disco en un acto que la falla organizó en la plaza, empecé a cuestionarme el asunto. Una cosa es usar el humor, la ironía, el sarcasmo como crítica y otra muy distinta frivolizar el costumbrismo chusquero y la exhibición de la ignorancia y convertirlos en seña de identidad.

Otra cosa que pensé mientras mi hijo bailaba frenéticamente al ritmo del hit fallero y decía caloret una y otra vez (matricúlalo en la línea en valenciano para esto) es que Rita era capaz de reclamar los derechos de autor de la canción. Fue pensarlo e inmediatamente autocensuré mi tendencia al extremismo, pero resulta que con esta gente la realidad deja a la imaginación en paños muy, muy menores. “Alguien me dice por ahí que los derechos los tengo yo y ése es un tema del que si se ocupa alguien se ocupará mi familia”. Declaraciones textuales de la primera autoridad municipal. Se ve que los familiares de la edil andan algo liados y por el momento los únicos que han apelado al copyright son los de TV Mediterráneo, la cadena amiga del Consell que ha hecho que Youtube retire el video “Rita Barberá destrossa el valencià”, que ya ha visto todo el mundo dentro y fuera de la Comunidad y que, por cierto, puede seguirse contemplando por otras vías. Los caminos de Internet son inescrutables, señores obispos accionistas de la emisora.

Pero el surrealismo no queda aquí, los caminos del esperpento también tienen múltiples sendas en Valencia: lo que en cualquier otro lugar del mundo civilizado no se hubiese producido y, en el extraño caso de producirse, hubiese supuesto una dimisión inmediata, aquí no impide que la autora del patético episodio repita como candidata a regir los designios de Valencia. Al menos espero que si el respetable decide que doña Rita dirija la ciudad cuatro años más, se haga acompañar de un agente de tráfico con desvergonzolímetro, que no la deje conducir el destino de la capital si pasa la tasa máxima permitida.

Sin embargo, seguramente todo esto no sea lo más grave. Lo peor es la absoluta despreocupación con la que sigue actuando la alcaldesa, con el beneplácito de sus compañeros y sus superiores; la confianza ciega en la estupidez y las tragaderas que creen que tienen los ciudadanos. De otra forma no se entiende un gesto tan despreciable como burlarse de los familiares de 43 muertos y 47 heridos en el accidente de metro en su propia cara. Eso no es ya sólo para dimitir, sino para encerrarte en tu casa y no volver a salir a la calle.

Será también por el concepto que tiene del pueblo por lo que piensa que nos creemos que el vicealcalde de Valencia firmó lo que firmó para Noos sin su conocimiento. ¿Cómo va a pedirle la dimisión a Grau, un hombre que hace “lo que le da la gana” y nunca lo que su presidenta le manda? Sería como pedir su propia dimisión.

Así visto, lo de la Crida parece hasta una chorrada… Qué más da que la alcaldesa se chotee de los lingüistas y diga que la palabra caloret existe y nos mande a buscarla “en el diccionario” y en “textos jurídicos”… No sé desde cuando en los diccionarios aparecen diminutivos ni en qué texto jurídico se usa este tipo de palabras del registro coloquial, a no ser en la transcripción de la declaración de algún menda poco estudiado… o de algún pepero imputado por corrupción, ahora que lo pienso. Será que la Barberá está ensayando por si tiene que comparecer en el caso Noos o en el de la Fórmula 1: “señoría, ¿pero usted cree que con el caloret que hace tiene una la cabeza en condiciones para enterarse con claridad de las cosas que contrata?”. Qué bueno sería que en ese momento un juez a lo Castro le contestara: “Doña Rita, ya no es sólo que con el caloret se suda, sino que a usted, que no parece muy sesuda, todo se la suda”.