La jueza procesa a Camps y al hermano empresario del exministro Mayor Oreja por los sobrecostes en la Fórmula 1
La jueza del juzgado de Instrucción número 17 de Valencia ha procesado al expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps, a los exconsellers Vicente Rambla y Mario Flores y al presidente de FCC Construcción y hermano del exministro del PP Jaime Mayor, José Mayor Oreja, por los sobrecostes en la construcción del circuito urbano de Fórmula 1. La magistrada abre así la puerta a sentar en el banquillo a Camps después de que se archivara otra causa vinculada a la F1, en concreto por la compra con dinero público de la empresa privada Valmor.
Para este procesamiento ha sido clave la confesión del exsecretario general del PP valenciano Ricardo Costa en que acusaba a Mayor Oreja de pagar una mordida de 150.000 euros a cambio de poder participar en las obras del circuito, una afirmación que el directivo de FCC negó en su declaración ante la jueza. Sobre Camps, la magistrada sostiene que “impulsó” y “permitió” la construcción del circuito con la única intención de “proyectar su imagen” como máximo representante de la Comunitat Valenciana y “al margen de las funciones propias” de su competencia como presidente.
Entiende la jueza que el expresidente también asegura que el expresidente de la Generalitat se saltó la legislación y “utilizó indebidamente los fondos públicos, alterando datos y fechas de documentos de expedientes administrativos, dándose trato de favor a determinadas empresas que resultaban beneficiadas de adjudicaciones públicas por donaciones y entregas de dinero no hechas de modo altruista, sino con carácter finalista, para obtener como contrapartida adjudicaciones ilegales”.
Los procesados son 16 y acusa a Camps de que existen indicios suficientes de que hubiera cometido los delitos de malversación, prevaricación, falsedad documental, cohecho y tráfico de influencias.
El circuito urbano de Fómula 1 se habilitó para que Valencia acogiera los grandes premios de los años 2008 a 2012. En un principio y según el propio Camps, la prueba no iba a costar un euro a los valencianos, aunque solo las obras del trazado costaron 100 millones de euros y en la actualidad se siguen pagando los préstamos de su construcción.
