El banco público de la era Camps prestó 3,3 millones al 0,5% de interés al líder del PP en Gandía
El empresario y expolítico del PP Arturo Torró recibió un gran espaldarazo público a sus negocios privados cuando ya era un referente del PP valenciano de Alfonso Rus y Francisco Camps. El Instituto Valenciano de Finanzas -el banco público de la Generalitat- prestó 3,3 millones de euros a una de las sociedades del exalcalde de Gandia en condiciones muy ventajosas (Euríbor + 0,5 %), prácticamente fuera de mercado. Torró todavía adeuda a las arcas valencianas esos 3,3 millones que le han sido reclamados.
Arturo Torró, que está investigado en la trama de corrupción Púnica, ha vuelto a aparecer públicamente con sus negocios. De hecho, ha vuelto al sector de la óptica con la empresa Ángels Visions. El político y empresario está en concurso de acreedores como persona física y tiene varias de sus empresas también en suspensión de pagos. Es la presentación de esa sociedad lo que provocó que sus deudores -en este caso el IVF- hayan reclamado los 3,3 millones que no devuelve.
A preguntas de eldiario.es, Torró explica que no le pueden requerir nada porque está en concurso y que la empresa Angels Visions no es de su propiedad, “trabajo como consultor”. El ya expolítico asegura que estará en suspensión de pagos hasta que el Tribunal Supremo falle en el proceso que tiene abierto contra Bankia por la salida a Bolsa de la entidad bancaria. “En esa operación perdí 30 millones de euros, que con intereses pueden superar los 40 millones”, afirma. “No pago porque no puedo y en el IVF lo saben”, sentencia.
El préstamo del IVF a Torró tiene una historia más que llamativa, máxime cuando el empresario y expolítico ya era una reconocido miembro del PP y líder de la oposición en Gandia. El banco público prestó el dinero a la empresa de Torró Gestión de Ópticas Locales SA. El político avaló la operación personalmente y a través de otras dos de sus sociedades: Optiverlook SL y Torró Visión Holding SLU.
El primer préstamo del IVF a Torró se formalizó en 2004 y por valor de 1,8 millones a pagar en siete años y con dos de carencia. En plena burbuja inmobiliaria el político consiguió el dinero público con un interés del Euribor más 1,5 %, unas condiciones muy ventajosas cuando los tipos estaban elevado por la buena marcha de la economía.
Tras haber devuelto solo unos 200.000 euros, el empresario y político pidió una renovación del préstamo, que se amplió hasta 2013 y con otros dos años de carencia.
En 2008 y pese a tener ya una deuda viva importante, el IVF volvió a dar a Torró otro préstamo de 1,5 millones. Pero no fue hasta 2009 que realizó el negocio redondo al volver a renovar ambos préstamos, consiguiendo para los dos unos intereses del Euribor más de 0,5 %. Prácticamente sin ningún retorno para la administración valenciana y cuando ya se preparaba para asaltar la alcaldía de Gandia, que ganó en 2011. De hecho, el acuerdo con el banco público le permitía comenzar a devolver el dinero en 2011 y 2012.
Es muy llamativo que Torró pidiera un segundo préstamo en 2008 y se le concediera porque fue el año en que vendió su empresa Mas Visión a el fondo holandés Hal Investments “para centrarse en la política”. El empresario recibió un pago millonario por esta operación y además mantuvo su negocio de ópticas en Latinoamérica.
En todo el proceso de negociación con el IVF, el expolítico del PP también consiguió una subvención de la Conselleria de Economía de 128.000 euros para hacer frente a los intereses de los préstamos de la primera operación.
Arturo Torró asegura que en la actualidad no tiene negocios porque no “puede tener nada a su nombre” y que ya ha abandonado la política. Llegó a ser una persona con una fantástica relación con Mariano Rajoy. “Ahora trabajo como consultor y este tipo de informaciones me perjudican a la hora de trabajar”, defiende. “Cuando se aclare mi pleito con Bankia podré devolver lo que debo”, conluye.