Nuevo Canal 9, vieja manipulación

El nuevo Canal 9, Nou, fue presentado el pasado 9 d'octubre con un mea culpa soterrado por los pecados del pasado (manipulación informativa, ruina económica, escándalos legales varios) y una solemne declaración de intenciones de la nueva directora de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV), Rosa Vidal: “tenemos muy claro que hay que hacer programación de servicio público y plural”.

Sin embargo, el lunes, Nou tuvo su primera prueba de fuego: el tratamiento sobre la noticia alrededor de la supuesta financiación ilegal del PP, que, según Hacienda, pagó su victoriosa campaña electoral de 2007 con tres millones de euros de dinero negro. Los resultados, según muchos, no son buenos.

Nou, que en etapas anteriores seguramente hubiera obviado la información siguiendo instrucciones del Palau de la Generalitat, cubrió la noticia. E incluso incluyó declaraciones de Ximo Puig, el líder del del PSPV-PSOE. Pero en general, para la oposición y los sindicatos, la noticia sobre un escándalo que afecta al partido en el poder en la Generalitat desde 1995, no supone un cambio de tendencia.

“Es como cambiar como la silla eléctrica por una inyección letal. No hay ningún cambio real de actitud. Por ejemplo, Vidal no comparece desde hace 7 meses en las Cortes Valencianas. Es una desfachatez antidemocrática que ni siquiera en épocas anteriores había sucedido”, asegura Josep Moreno, portavoz del PSPV-PSOE en la comisión de control de RTVV en las Corts Valencianes.

“Vidal trabaja en un perfeccionamiento de la manipulación de RTVV. Cualquier atisbo de cambio responde a señales falsas, puro maquillaje”. En parecida línea se expresa Manuel Jardí, extrabajador de RTVV (despedido en el ERE) y representante ahora de Esquerra Unida en el Consejo de Administración de la televisión.

“Es cierto que antes la noticia sobre la financiación irregular nunca hubiera sido emitida, pero el tratamiento es francamente mejorable, inadmisible en una televisión seria. En definitiva, hay inercias de manipulación muy fuertes del pasado y, generalizando, hay poco nivel intelectual en la redacción, debilitada tras el ERE”.

Deshielo

A pesar de todo, otros ven un cambio de rumbo claro en RTVV. Por ejemplo, la noticia sobre financiación irregular, aún de planteamiento discutible, nunca hubiera sido programada en época de Eduardo Zaplana o Francisco Camps, cuando los informativos de la televisión eran una extensión del aparato de agitación y propaganda de la Generalitat.

RTVV, además, en un proceso discutido por los extrabajadores y la oposición, ha externalizado gran parte de la programación de Nou en un procedimiento calificado de transparente incluso por alguna empresa perdedora.

El ente, además, facilita a la prensa con luz y taquígrafos los detalles de un concurso público para promocionar, por valor de 40.000 euros, el nuevo Canal 9. Nada extraordinario en una democracia consolidada y algo que, sin embargo, era una rareza en la televisión pública valenciana.