El arzobispo de València, Antonio Cañizares, ha afirmado que se está “cercenando” la libertad religiosa con el proyecto impulsado por el PSOE de ilegalizar las concentraciones que acosan a las mujeres que van a las clínicas abortistas. En su carta semanal a los fieles, el también cardenal se pregunta “¿No se está cercenando o caminando en contra de este derecho con las amenazas de castigos y represiones a personas que, en las inmediaciones de clínicas abortistas, tratan de ayudar sin intimidaciones, con libertad a mujeres, jóvenes o adultas, que se ven ”forzadas“ a abortar, y rezan en la calle para que no aborten?”.
De este modo Cañizares se alinea con la postura seguida por los obispos que entienden que estas 'vigilias' “salvan vidas”, pidiendo “respeto pleno a este derecho básico”, porque la legislación española actúa “en favor del aborto o de la eutanasia, con la imposición de ideologías dañinas en contra del hombre”. Afirma que esta propuesta entronca con que también ha habido este recorte de la libertad religiosa “en las normas a seguir en actos y manifestaciones de lo religioso durante la pandemia”.
Además el purpurado asegura que esta defensa de estas concentraciones “no es privativo de grupos políticos de derechas, ni fanáticos, es sencillamente, de personas de razón”. Con todo concluye “¿Queremos esto, queremos dejar de ser democráticos? ¡Qué vergüenza, qué retroceso y regresión!” porque “por donde vamos y hacia donde nos encaminamos nos llevará a la ruina y al abismo”.