“Ante las informaciones aparecidas hoy quiero manifestar que en mi labor dentro de la Iglesia he conocido de manera directa la opresión que sufren las mujeres y las graves injusticias ante la desigualdad. Cómo no luchar con ellas, más aún, junto a ellas, porque sufren la desigualdad social y laboral y son víctimas de todo tipo de violencia, ante una sociedad injusta”.
El arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares ha salido así al paso de las críticas desencadenadas por su homilía del pasado lunes en la que equiparó “la ideología de género” con el “imperio nazi” y llamó a “evitar los nuevos dragones que con fuerza propagandística defienden la ideología materialista”. La homilía del cardenal ha levantado una ola de indignación y fuerzas políticas como el PSPV-PSOE o Compromís han llegado a plantear al papa Francisco que se plantee remover a Cañizares de su responsabilidad.
“Como hombre de Iglesia no se hacen públicos todos los hechos, no se presume de ellos, se hace desde la sencillez, aunque formen parte de nuestro día a día visitar a esas mujeres, interesarse profundamente para junto a ellas, buscar soluciones y mantener un apoyo constante”, señala Cañizares en un comunicado titulado “En el amor no cabe la desigualdad” que ha distribuido la agencia de información del arzobispado de Valencia AVAN.
“No, no se cuenta,”, prosigue el cardenal sobre su apoyo a las mujeres, “porque se encomienda, porque esa labor es silenciosa, pero es una revolución imparable por el cambio social”. Y añade en el comunicado: “A veces la sociedad avanza más que los gobiernos y la Iglesia participa de ese movimiento de cambio social imparable, siempre desde el amor, porque no basta con aplaudir las mejoras sino mantenerlas y luchar por su avance. En esa lucha contra la injusticia, que conozco bien de cerca, me encontraré siempre. No existe un sentido cristiano sin la lucha por los oprimidos”.