“Vamos derechos al abismo. Porque el aborto es la violación del derecho más fundamental y sacrosanto de los derechos humanos: el derecho a la vida”. Así responde el arzobispo de València, el cardenal Antonio Cañizares, preguntado sobre la legislaciones que posibilitan las interrupciones del embarazo en una entrevista publicada el pasado 16 de abril en la revista religiosa 'Paraula', quien se pregunta: “¿Cómo vamos a fiarnos de la OMS y sus directrices, cómo vamos a fiarnos de Europa, y cómo vamos a fiarnos de nuestro Parlamento, de nuestro Senado, de nuestro Gobierno español?”.
El prelado, que 'lamenta' las declaraciones del presidente frances, Emmanuel Macron, que aspira a que el aborto sea reconocido como un derecho fundamental en toda la Unión Europea, ha 'lamentado' también que la legislación española contemple sanciones a quienes “recen en la calle ante una clínica abortista para que no se produzcan abortos. Lamentable y más que lamentable e inhumano”. No es la primera vez que el Arzobispado de València critica esta legislación.
Cañizares califica la interrupción voluntaria del embarazo como un “crimen contra la persona y la sociedad perpetrado, además, en seres humanos inocentes, débiles e indefensos”, y asegura: “No tardará mucho en que la humanidad se avergüence de esto, como se avergüenza de la esclavitud o de genocidios tan cercanos todavía a nosotros. Relacionemos este tema con lo que estamos viendo lo que sucede en Ucrania con la guerra y saquemos conclusiones y consecuencias”.
“Ideología de género” y legislaciones “injustas” contra la familia
El arzobispo de València insiste también en esta entrevista en otro de sus caballos de batalla, la “ideología de género” y la familia, que considera que está amenazada: “La integridad de la familia está sufriendo serios y preocupantes ataques, que vivimos tiempos no fáciles para las familias, sacudidas como están en sus cimientos por graves amenazas, claras y sutiles, incluso con legislaciones injustas, por ejemplo, en el caso de España, por la llamada Ley del 'divorcio exprés', o la de la reforma del Código Civil que es más que permitir las uniones estables de parejas del mismo sexo equiparándolas al matrimonio, llamándolas 'matrimonio', y, permitiéndoles, además, la adopción de hijos”.
En opinión de Cañizares, la familia “se ve acechada en nuestra cultura y en nuestra sociedad, por un sin fin de graves dificultades. Entre otras por la ideología de género, la mentalidad abortista y antivida, por una visión distorsionada de la sexualidad, por un insuficiente apoyo a la vivienda o a la economía familiar; y no faltan ataques a ella de gran calado, que a nadie se nos oculta”.
El “tema” del género, “una cuestión muy importante”
Otro aspecto que aborda el cardenal Cañizares el “tema” del género, que considera “una cuestión muy importante en la que están en juego muchas cosas”, como la “grandeza” y la “verdad” de la mujer, al tiempo que carga contra la “ideología feminista radical”. En su opinión, estamos ante una “verdadera ideología” que constituye uno de los exponentes destacados de lo que califica de “revolución cultural”. Una “revolución cultural” que cuenta con “muchos medios e instrumentos -hace referencia a poderes mediáticos y ciertos espacios televisivos- al servicio de los que la promueven y con alianzas de poderes -que tilda de lobbys- muy influyentes”.
Se refiere también a las leyes trans cuando explica: “Sea cual sea su sexo físico, el hombre -varón o mujer- podría elegir su género, esto es: podría decidirse, en cualquier momento, -y consiguientemente cambiar en su decisión cuando quisiera- por la heterosexualidad, por la homosexualidad, el lesbianismo, el transexualismo… A nadie se le puede escapar cuanto en ello se implica y las cuestiones de fondo que ahí están encerradas”.