El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares,pronunció este lunes su conferencia 'Ante la situación acutal de España' en la sede de la institución conservadora Lo Rat Penat, alimentando las espectativas de sus seguidores. Así el purpurado afirmó que “el futuro de Europa, se quiera o no, está en la fe” y no “en una cultura de la nada, del vacío, de la libertad sin límites y sin contenido, del relativismo o del escepticismo vendido como conquista intelectual, como parece ser la actitud fundamental en los pueblos europeos”.
Cañizares también entró en la discusión política sobre si la religión debe estar presente como asignatura evaluable en la educación, afirmando que “es necesario la formación de la conciencia en la que las confesiones religiosas, junto con la familia y la escuela, sin olvidar los medios de comunicación, juegan un papel decisivo”. De este modo incidía en que las religiones “han de colaborar con la escuela, ayudando a los jóvenes en su itinerario escolar, en sintonía con la naturaleza y la dignidad de la persona humana, y con la ley de Dios, a que disciernan, busquen y descubran la verdad, a que acepten las exigencias y los límites de la verdadera libertad”.
Giro respecto a los refugiados
El discurso del arzobispo de Valencia también intentó seguir en la rectificación de sus propias palabras de escepticismo respecto de los refugiados que llegan a Europa, calificándolos de “invasión” e incluso de “caballo de Troya”. Así anunció que este martes se reunirá con el líder de las cofesiones religiosas islámicas en España, Riay Tatary.
Esta reunión, según avanzaba el propio Cañizares, precede a otras reuniones con líderes de la confesión judía, así como con del resto de confesiones cristianas (anglicanos, ortodoxos y evangélicos), para “invitarles a una oración común”. Este ciclo de reuniones el arzobispo afirma que “es lo que debo hacer por fidelidad al Evangelio y porque creo en el hombre”, a pesar de que algunos “desfiguran mi persona”.