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A careta quitada

Tengo una buena amiga argentina. Lleva 16 años en España, la mayoría en Alicante. El otro día se tuvo que ir en el primer vuelo que encontró a su país porque a sus padres, de más de 80 años, les habían asaltado en su casa, les habían apaleado para robarles, les habían torturado y les habían tenido retenidos durante horas. Estaba descompuesta. Le esperaban 20 horas o más de viaje hasta llegar a su ciudad y poder ver y abrazar a sus padres. Ella y su hermano viven aquí, en Alicante, y no tienen más familia en Argentina que sus progenitores.

Esta misma semana me he pasado a verla. Para ver cómo le había ido el viaje. Me dice que físicamente sus padres están bien, pero que psicológicamente están muy tocados. Le pregunto si ha pensado en traérselos aquí, con ella y con su hermano, y me dice que sí, que lleva años pensando en ello, pero que no tiene dinero porque le piden un seguro médico privado durante un año que incluya ingresos hospitalarios. Con la edad de sus padres esto le sale por unos 200 euros mensuales.

El padre de mi amiga es de origen navarro y ella ya hace años que adoptó la nacionalidad española.

Mi amiga, además de muy indignada con la política de Cristina Kirchner también está enfadada con las trabas que le pone el Gobierno español para traerse a sus padres. Lleva años trabajando y cotizando en España (ella y su hermano), pero no puede reagrupar a su familia por un seguro médico. Desconocía este requisito, pero la verdad es que no me extraña nada si tenemos en cuenta el retroceso de lo público en nuestro país para paliar todo lo que se han llevado a cuentas en Suiza en los últimos años.

Pero lo que realmente crispa a mi amiga es la falta de información acerca de las barbaridades del Gobierno argentino por parte de los medios de comunicación españoles. Dice que entiende el silencio de los medios argentinos y casi acepta que sólo uno, Clarín (con prácticamente todos sus periodistas amenazados), se atreva a sacar a la luz pública algunas de las barbaridades que ocurren a diario en Buenos Aires, pero que no comprende el silencio cómplice en Europa.

Habiendo trabajado en prensa y viendo las portadas de los periódicos de más solera del país al día siguiente del escándalo de la ‘Lista Falciani’ ¡la verdad!, pues como que lo de no leer en nuestros respetados medios de comunicación información sobre lo que está ocurriendo en Argentina no me extraña en absoluto. Porque si hubiera sido el Día de los Inocentes… ¡lo hubiera entendido!, pero así. Aunque, ¿cómo no se me había ocurrido antes? ¡Si estábamos en Carnaval! O bien era un disfraz o es que a algunos se les ha caído la careta.