El expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, basa su petición de gracia al gobierno en “razones de justicia y equidad”. “Mi conducta es acreedora del indulto (…) Con este indulto no se causa perjuicio a nadie y se evita la imposición de una condena que no tiene fin resocializador alguno”, dice en su carta al ejecutivo el expresidente del PP de Castellón.
Según El País, en su escrito, Fabra reinvidica su comportamiento con Hacienda desde 2003 –“no cabe ninguna tacha”, dice-, alerta de su estado de salud -“absolutamente incompatible” con la vida en prisión- y denuncia la lentitud del proceso judicial, que finalizó 10 años después de los delitos cometidos.
Fabra está condenado a cuatro años de prisión por defraudar al fisco casi 700.000 euros entre 1999 y 2003, ha ocupado cargos públicos sin aparentes problemas físicos hasta después de su condena y, según los jueces, fueron sus maniobras procesales las que dilataron la investigación judicial.
El otrora factótum del PP valenciano debe acudir el miércoles a la Audiencia de Castellón para que le sea notificado el ingreso en prisión, aunque mientras se resuelve su petición de gracia –rechazada hasta por el PP- su entrada en la cárcel se puede retrasar unos meses.