Ya lo avisó cuando aseguraba que no sabía si votará al PP en las próximas elecciones, y desde aquel momento Carlos Fabra está lanzando piedras sobre el tejado de la que antes era su casa. Este lunes volvia a atacar a una de sus dianas favoritas, su sucesor en la presidencia de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, pero también no desaprovechó la oportunidad de atacar uno de los flancos más débiles y más dolorosos de los populares, la trama 'Gürtel', afirmando que no había que ser demasiado listos para darse cuenta de que los precios no eran normales.
Al anterior líder absoluto del PP castellonense no le sentó nada bien la falta de apoyo de su propio partido durante el juicio del caso 'Naranjax' por el que fue condenado a 4 años de prisión por delitos fiscales, y poco después dejó de militar en el PP. Con la falta de apoyo público e institucional Fabra empezó a lanzar chinas a otros dirigentes, así del presidente de la Diputación dijo irónicamente no saber quien era; además Moliner apartó en la corporación provincial a quien fue la mano derecha de Fabra durante su gobierno, Francisco Martínez, por un caso de presunto beneficio en una recalificación urbanística.
Precisamente Martínez se sentó este lunes junto a Fabra por el caso de las irregularidades de la financiación de las corridas de toros de la Beneficencia que organizaba la Diputación. Así preguntado sobre la retención de partidas económicas que se hicieron al Ayuntamiento de Vila-real Fabra se lavó las manos sobre las irregularidades y señaló como responsable a Javier Moliner.
Tras la salida del juicio y ya con los micrófonos delante los periodistas delante no desaprovechó la oportunidad de castigar el flanco débil del PP valenciano, la trama Gürtel, y lo hizo en dos sentidos: poniéndose una medalla afirmando que Gürtel “pinchó” en Castellón, y afirmando que sin ser demasiado listo vio que no era normal que el trabajo de Orange Market fuera “quince veces más caro” que el de otras empresas. Con estas declaraciones la interpretación que cabe es que Fabra llama poco inteligentes a sus excompañeros de partido, o prácticamente les acusa de ser cómplices de la trama corrupta.
Con ello Carlos Fabra se aparta de la trama que financió irregularmente al PP en las campañas de 2007 y 2008 según un informe de la Agencia Tributaria, y que afecta a políticos en activo de este partido como la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, al expresidente Francisco Camps o a la alcaldesa de Novelda, Milagrosa Martínez.