El rescate del primer hospital privatizado por el PP es la gran baza de la nueva ministra de Sanidad. De estar proscritos en la época de Rajoy, los políticos valencianos han pasado a ocupar dos plazas en el nuevo Consejo de Ministros de Pedro Sánchez.
Carmen Montón, hasta ahora consellera de Sanidad Universal y Salud Pública en la Generalitat Valenciana, se suma a José Luis Ábalos, nuevo titular de la cartera de Fomento, y llega al ministerio avalada por medidas de clara orientación de izquierdas, como la restauración de la asistencia sanitaria universal, la anulación del copago farmacéutico y ortoprotésico para pensionistas y personas con diversidad funcional, la persecución de pseudociencias como la homeopatía y la reversión de las privatizaciones que ensayó el PP.
Nacida en Burjassot (Valencia) en 1976 y licenciada en Medicina, Montón tiene una trayectoria en el PSOE que arranca desde las Juventudes Socialistas y llega a un puesto en el gobierno del Pacto del Botánico, formado por el PSPV-PSOE y Compromís con apoyo de Podemos, tras un itinerario en el que destaca su compromiso con los temas de igualdad. Feminista comprometida, Montón ha sido diputada en el Congreso, donde fue ponente de la ley del aborto en el época de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente. así como de la ley del matrimonio homosexual.
Miembro de la ejecutiva federal del PSOE en diversas etapas, se alineó con Pedro Sánchez en su acceso a la secretaría general. Su cargo en el gobierno valenciano presidido por Ximo Puig la puso en un brete cuando el presidente valenciano se situó en octubre de 2016 con los sectores que acabaron forzando la dimisión del secretario general para facilitar la investidura de Mariano Rajoy. Montón optó por un perfil bajo que se transformó en explícito apoyo a Puig en su reelección como líder de los socialistas valencianos, hecho que la distanció del líder del PSOE.
Mientras tanto, Montón llevó a cabo uno de los compromisos más llamativos del Pacto del Botánico al rescatar para la gestión pública el primer hospital privatizado por el PP, el más emblemático, que había dado nombre al llamado “modelo Alzira”. El pasado 1 de abril, el hospital de la Ribera pasó a manos de la Generalitat Valenciana sin que las presiones de sectores empresariales y diplomáticos, que incluyeron al embajador de Estados Unidos en España (la adjudicataria es propiedad de la norteamericana Centene), lograran impedirlo.
Distanciada de Pedro Sánchez y considerada una pieza hostil en el gobierno por los partidarios del presidente valenciano, Ximo Puig, que no se escondían al calificarla como la “consellera roja”, Montón ha sido incorporada finalmente por Pedro Sánchez para su Gobierno, en un gesto que apunta a que su política será claramente de izquierdas en el ámbito de la sanidad pública.