El aeropuerto de Castellón tendrá su primer vuelo regular comercial a finales de marzo, cuatro años después de su inauguración, aunque los vuelos chárter estarán antes de esa fecha, según ha anunciado este jueves la empresa concesionaria del aeropuerto de Castellón, la canadiense SNC Lavalin.
El presidente del aeropuerto, Alain Russel, ha explicado que ayer jueves recibieron la autorización final de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) para abrir las instalaciones, por lo que el primer avión “puede llegar a partir de hoy, y posiblemente antes del fin de semana, y será un avión privado”.
El aeropuerto operará de miércoles a domingo de 10 a 18 horas, porque ésa es la autorización que tienen, pero si alguna de las compañías aéreas con las que negocian para operar en el aeródromo situado en el término de Benlloch pide otro día u horario, se necesitarán dos meses para intentar lograr una nueva certificación.
Las previsiones de pasajeros son de 35.000 en el primer año y en un plazo de quince años se aspira a superar el millón de pasajeros, según Russel -según la adjudicación, la concesionaria no pagará al Consell si no recibe 1,2 millones de pasajeros al año-.
“Si no lo veo, no lo creo”
Las primeras reacciones a este anuncio no se han hecho esperar. Así, el candidato a la presidencia de la Generalitat y portavoz de EU en Les Corts, Ignacio Blanco, ha explicado que en este tema aplican “el principio de Santo Tomás, aquello del 'si no lo veo, no lo creo', el principio de comprobación científica”.
En este sentido, Blanco recuerda que se ha anunciado en diversas ocasiones que el aeródromo castellonense operaría antes de final de año, “antes que acabara 2011, 2012, 2013, 2014...”, de modo que “ya no nos creemos nada de nada hasta que veamos que no aterriza o despega un avión”, y se refieren a la inauguración tuvo lugar en la precampaña de las elecciones municipales y autonómicas de 2011, “es decir que vamos a cumplir una legislatura con el aeropuerto inagurado por el 'abuelo' Fabra, pero por donde únicamente han podido pasear peatones y correr conejos”.
Además, a Esquerra Unida le preocupa que sea “a costa del dinero público de los valencianos, porque se haya establecido un contrato con una operadora privada por el cual se le compensa en el caso de que no tenga éxito su proyecto empresarial”, con lo que “la verdad es que nos parece un negocio seguro para la empresa, pero una amenaza importante de ruina para las arcas públicas de los valencianos”.