La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) ha dictaminado que el topónimo en valenciano de Castelló de la Plana, es el más adecuado para la ciudad. Así lo señala en el informe de la que es la máxima autoridad estatutaria de la Comunitat Valenciana para la vertebración de la gramática valenciana y su toponimia, y por lo tanto vinculante para la aprobación de la denominación. Pero esto choca de frente contra la intención del actual gobierno de PP y Vox, que apuestan por la doble denominación Castelló de la Plana/Castellón de la Plana.
En el pleno del pasado 25 de julio los partidos del gobierno municipal de Begoña Carrasco, PP y Vox, aprobaron iniciar el expediente para recuperar la doble denominación, decisión contra la que votaron PSPV y Compromís que impulsaron en el anterior periodo de gobierno progresista la denominación únicamente en valenciano.
La decisión de la AVL tampoco es una sorpresa puesto que en 2019 ya dictaminó por unanimidad que la denominación Castelló de la Plana era la más adecuada. El estudio etimológico de hace cinco años presentaba “pocas dudas” sobre la evolución a partir de la forma castrum, a la cual se añade el sufijo diminutivo -ellum (castellum), y a esta palabra, el sufijo –ione, proceso que mujer como resultado castellione. Esta estructura, que está presente en todas las lenguas románicas, en castellano evolucionó a la forma castejón. Por lo tanto, “Castellón no es una evolución histórica castellana, sino la adaptación morfológica posterior a partir del término original Castelló”.
Desde el punto de vista histórico, el informe también señalaba que el primer documento original con el nombre de Castelló, en la forma latina Castellione, es una carta de poblamiento del año 1239. De 1244 a 1339 en los escritos de la Cancelleria Reial aparece ya el nombre Castelló de Burriana. En el siglo XV se encuentra la forma Vila de Castelló, sin complementación, y es en el XVI cuando se hace habitual la denominación Castelló de la Plana. La forma castellanizada aparece en un censo del año 1609.
En el mismo sentido se pronunció el Departamento de Lenguas y Culturas Europeas de la UJI que en su informe cuestionaba de forma clara y abierta el cambio que plantean desde el gobierno.
Reacciones
Ante el conocimiento de este informe de la AVL el portavoz del gobierno municipal, Vicent Sales, afirma que acatan y respetan el dictamen, pero que seguirán apostando por el bilingüismo de la ciudad, porque es “un compromiso electoral”. Así ha defendido la recuperación del nombre de Castellón de la Plana porque “también cuenta con una enorme tradición histórica, cultural y lingüística”.
Sales ha señalado que el expediente tiene todavía mucho recorrido y que van a llegar hasta el final para recuperar la doble denominación que estuvo en vigor entre 1982 y 2019. Así afirma que, pese a los informes de la AVL, la eliminación de la denominación castellanizada fue “totalmente arbitraria y sin ninguna intención más que crear división en una sociedad castellonense, que siempre ha llevado a gala el bilingüismo como una de las principales señas de identidad de nuestra ciudad”.
Desde el PSPV el concejal José Segura aplaude la decisión de la AVL señalando que “no hay base histórica ni filológica que apoye el topónimo en castellano” y reclama al ayuntamiento y al Consell “que den marcha atrás en su batalla política sin fundamento y avalen a los expertos de la AVL, que son los que saben”
Segura afirma que el informe técnico emitido por el profesor Santiago Fortuño Llorens, designado a dedo por el equipo de gobierno PP-Vox, “es la única arma que esgrimen la derecha y la ultraderecha para atacar nuestra historia y nuestra lengua”, un informe “plagado de errores filológicos e históricos, y que, además, va en contra de las resoluciones oficiales e informes de la Acadèmia Valenciana de la Llengua; de la Fundació Huguet; del filólogo e hijo predilecto de la ciudad, Germà Colón Domènech; del Cronista Oficial de la Ciudad y del propio Servicio de Normalización Lingüística del Ayuntamiento de Castelló, entre otras instituciones. De hecho, así lo remarca el informe del Departamento de Filología y Culturas Europeas de la Universitat Jaume I”.
Por su parte el concejal de Compromís Ignasi Garcia señala que el informe de la AVL “pone en evidencia que la voluntad de Carrasco para cambiar el nombre de la ciudad esconde un deseo de invisibilizar el valenciano y no tiene ningún argumento legal ni filológico”.
Pero la formación valencianista advierte que “el PP no tiene ninguna intención de cumplir la ley”. “El decreto de cambio de nombre de la Generalitat Valenciana exige que tiene que ser un experto lingüístico quien elabore el informe de cambio de nombre, y Fortuño no lo es”, ha comentado el portavoz. Además, Garcia ha recordado “no quisieron incluir el informe de los filólogos de la UJI porque no les daba la razón” y ha asegurado que se tiene que tener en cuenta la opinión de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, porque tal como dice el Decreto 69/2017 de regulación de los criterios y procedimiento para el cambio de denominación de los municipios el informe tiene que ser vinculante para el procedimiento.“