La Católica de Valencia es una de las peores universidades de España
La Universidad Católica de Valencia es una de las peores de España según el U-Ranking, una evaluación de la educación superior realizada anualmente por la Fundación BBVA y el IVIE, el instituto de investigación económica participado por la Generalitat. Este estudio mide la calidad de la docencia, la investigación y la innovación y el desarrollo tecnológico. El ránking corrige los resultados en función de variables como el tamaño de los centros o sus años de actividad.
El escalafón de 2016 no mejora los resultados de la Católica de Valencia, una universidad vinculada a la iglesia. En el global, está en la posición 61, solo por delante de la Vic (una localidad catalana de 43.000 habitantes), la Oberta de Catalunya (que da clases on line), la UNED (a distancia) y la San Jorge, la peor de España y también promovida por la iglesia, en este caso la archidiócesis de Zaragoza.
El U-Ranking señala el “peso creciente de las universidades privadas en el sistema universitario español” y advierte de que la metodología del estudio puede lastrar sus resultados. “Es innegable que muchas variables pueden provocar que sus resultados no sean equivalentes: son universidades mucho más jóvenes en promedio, con una mayor concentración en zonas geográficas con mayor renta per cápita, con una oferta de títulos mucho menos diversificada que la del sistema público y también con un menor tamaño”.
Aunque suelen cumplir en docencia, dice el estudio, las privadas están penalizadas por sus pobres resultados en investigación y, en menor medida, innovación y desarrollo tecnológico. Sin embargo, comparada con sus pares -otras universidades privadas- la Católica tampoco aparece bien parada. Sólo la San Jorge presenta peor clasificación entre las de clases presenciales. Entre las universidades públicas valencianas, la que más destaca es la Politécnica de Valencia, segunda en su grupo de “Universidades altamente especializadas”.
Los rectores de las universidades públicas valencianas alertaron en su día contra el diseño de la educación superior del Consell en manos del PP, que estaría creando una “burbuja” en el sistema. “No podemos permitir que la burbuja universitaria del sector privado acabe con años de planificación del sistema público valenciano”, alertó Vicent Climent, rector de la UJI, en la conmemoración del XXIII aniversario de la universidad castellonense.
El PP hizo caso omiso de ésta y otras advertencias. La Católica obtuvo la autorización del expresidente Francisco Camps para su Facultad de Medicina sin que ésta cumpliera con los requisitos impuestos por el Consejo de Coordinación Universitario, ya que ni había presentado el plan de estudios ni tenía fijado el cupo de alumnos.
Guerra entre la Católica y la Generalitat
La complicidad entre las universidades privadas y el Consell del PP -hay otras que se han quedado fuera del U-Ranking, como la Cardenal Herrera, analizada en 2014 con resultados mediocres-ha dejado paso a la hostilidad entre la institución religiosa y el gobierno del Botànic.
La Católica ya ha llevado a los tribunales en dos ocasiones a la Conselleria de Educación, dirigida por Vicent Marzà (Compromís). Una, por excluir a los estudiantes de las universidades privadas de las becas de la Generalitat. La otra, por limitar, de de acuerdo con Sanidad, la realización de prácticas a los estudiantes de carreras sanitarias en los hospitales públicos.