La censura previa del PP amenaza el festival de arte urbano que convirtió Fanzara en un referente internacional
“Todas las intervenciones artísticas u obras de arte que vayan a ser pintadas, serán supervisadas previamente por el Ayuntamiento. Por ello, se deberá entregar (...) un boceto de la intervención a realizar en aras de obtener la correspondiente autorización”. La ordenanza municipal, aprobada por el PP en Fanzara (Castelló), no deja lugar a dudas. El municipio, de apenas 294 habitantes y situado en pleno parque natural de la Sierra de Espadán, acoge desde hace una década el Museo Inacabado de Arte Urbano (MIAU), un señero festival artístico impulsado por los propios vecinos que ha transformado el paisaje de la localidad. Sin embargo, el ayuntamiento gobernado por el popular Marc Diago desde las últimas elecciones municipales del pasado 28 de mayo ha aprobado una ordenanza que impone una suerte de censura previa a las obras de arte, singularmente a los murales, y que pone en peligro el multipremiado festival.
La ordenanza también pone en el punto de mira la libertad de expresión de los artistas. “No podrán pintarse en ninguna fachada del municipio frases, dibujos o similares de carácter político o cualquiera otra intervención que pueda herir la sensibilidad de las personas o de los distintos colectivos”, agrega el texto de la ordenanza.
Los organizadores no piensan tragar con la polémica decisión del alcalde. “No vamos a transigir con la censura”, advierte Javier López, miembro de las asociación MIAU, en declaraciones a elDiario.es. “Si se pretende la censura, el proyecto se ha acabado, nosotros ese cambio no lo vamos a aceptar”, abunda.
El origen de la ordenanza remite a un mural de Elias Taño, un artista que ha sufrido varios intentos previos de censura, en el que incluía la leyenda “la única patria digna en este país aún sigue en cunetas”. La obra, pintada en el marco de la última edición del festival celebrada el pasado julio, ha molestado a algunos vecinos, según alega el consistorio.
La frase proviene de Mi patria digna, una canción del rapero Toni Mejías, de Los Chikos del Maíz, y de Pablo de La Raíz. “Personalmente no hago arte para que guste a todo el mundo”, aclara Elias Taño. “El motivo del arte es también agitar conciencias y, evidentemente, tiene que tener sus detractores”, abunda el artista.
Es la primera vez que a los organizadores del festival de arte urbano se les plantea una situación de este calibre. “No habíamos tenido ningún problema, nunca se había planteado censurar a nadie”, afirma Javier López. La asociación estudia plantear alegaciones a la nueva ordenanza, un texto que cuestiona de plano el espíritu del proyecto, basado en la libertad de los artistas invitados.
Además, se trata de un festival de arte urbano plenamente consolidado que ha contado en sus ocho ediciones (durante dos años se interrumpió por la pandemia) con 107 muralistas y escultores participantes a lo largo de su trayectoria y 160 intervenciones acumuladas dentro del museo.
El acuerdo de ordenanza, contra el que cabe recurso contencioso administrativo, prevé que el Ayuntamiento pueda obligar a la “inmediata retirada” de todo mural que incumpla la censura previa, esté situado en una fachada municipal o incluso privada. “En caso que el obligado no proceda a su retirada, la alcaldía quedará facultada para ello, corriendo los gastos a cargo del obligado”, indica la ordenanza firmada por el alcalde del PP, Marc Diago.
La asociación organizadora del MIAU, formada por ocho personas, invita cada año a artistas a convivir durante una semana con los vecinos de Fanzara para luego plasmar sus obras en paredes del municipio, convirtiéndolo en un auténtico museo al aire libre. “Nuestros voluntarios son los vecinos”, dice Javier López, quien recuerda que se encargan de ceder las paredes, alojar a los artistas y custodiar las exposiciones.
El artista Elias Taño lamenta el intento de censura aunque no le sorprende. El mural “tiene un sentido”, explica. El vecino que lo acogió en la última edición es hijo del primer voluntario de la localidad en el Ejército republicano al inicio de la Guerra Civil. Un artista anterior al que había alojado lo retrató con una bandera tricolor, un mural que fue luego pintarrajeado. Taño decidió retratar tanto al vecino que lo había acogido como a su hija y a su padre republicano. “La pintura se enmarca en ese contexto”, afirma.
Reunión con los vecinos
La asociación ha decidido paralizar el proyecto, a tenor de la nueva ordenanza municipal. El próximo 13 de enero ha convocado una reunión con los vecinos para explicar los motivos de la decisión. “Se fomenta que los artistas convivan con los vecinos y, de lo que convivan, pinten siempre con la máxima libertad”, explica López.
Además, el consistorio también ha solicitado a la asociación que desaloje la planta superior del local que tenía cedido desde hace casi una década, una decisión que ha obligado a suspender dos exposiciones ya programadas.
Un “proyecto social de convivencia a través del arte”
La idea nació como un “proyecto social de convivencia a través del arte” tras las disputas y tensiones que hubo a consecuencia de una propuesta, impulsada en 2005 por un alcalde del PP, de instalación en la localidad de una planta de tratamiento y vertedero de residuos tóxicos y peligrosos. Con la victoria del PSPV-PSOE en las elecciones de 2011, el proyecto se retiró pero quedó un “problema de convivencia” con vecinos enfrentados.
En respuesta al poso que había quedado en la localidad, surgió el Museo Inacabado de Arte Urbano, que también incluye danza, música, entre otras disciplinas, además de charlas y exposiciones.
El MIAU ha convertido la pequeña localidad del interior de Castelló en una referencia ineludible del turismo cultural en la zona. Aunque, más allá de los múltiples reconocimientos, el espíritu del festival es que “el artista se exprese libremente”, según recuerda Javier López. La censura previa impuesta por el nuevo alcalde del PP ha barrido de un plumazo al MIAU tras una década aportando color a Fanzara.
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